¿Recuerdas cuando ganar en los mercados se trataba de quién podía apretar el gatillo más rápido? La alimentación de datos más rápida gana. La ejecución más ajustada gana. El tiempo de retraso más corto gana.
Ese libro de jugadas está muriendo.
¿El verdadero alfa ahora? Ya no se trata de superar a todos. Se trata de ser más inteligente que ellos. La velocidad solía ser el juego. La inteligencia se está convirtiendo en el juego.
Cada señal, cada patrón, cada ventaja—todos se mueven hacia una cosa: quien procese la información mejor, no más rápido, se lleva el premio.
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