Durante muchos años, la suposición común en el ámbito de las criptomonedas y las finanzas tradicionales ha sido muy simple: cuando la adopción por parte de las instituciones financieras madure, Ethereum será la cadena de bloques elegida por Wall Street.
Esto no es demasiado sorprendente, ya que Ethereum es actualmente la red de contratos inteligentes más grande, el entorno predeterminado para los desarrolladores, y también es el ecosistema que está dando forma a la noción de finanzas programables en la actualidad.
Sin embargo, a medida que los esfuerzos por tokenizar los activos institucionales aumentan, surge una nueva pregunta en la discusión convencional: ¿qué pasará si la cadena en la que las instituciones finalmente confían no es Ethereum, sino Solana?
Este escenario sigue siendo especulativo, pero el hecho de que se considere refleja un cambio en la forma de evaluar la infraestructura del mercado actual.
La imagen de Solana se está transformando
Los primeros días, Solana (SOL) estaba asociado con la especulación minorista. Las tarifas bajas, la alta velocidad de procesamiento y la facilidad de implementación lo convirtieron en un lugar ideal para memecoins, transacciones rápidas y productos experimentales. Durante la mayor parte de su existencia, este entorno caótico ha dado forma a la marca cultural de la red.
Sin embargo, esas mismas características – la velocidad de procesamiento casi instantánea, las tarifas de transacción casi cero, y el alto rendimiento – que alguna vez impulsaron la fiebre especulativa, ahora están siendo reconfiguradas como la base para las transacciones a nivel institucional.
Según los datos de Solscan, Solana puede procesar más de 3,000 transacciones por segundo con un costo promedio de menos de medio centavo, mientras que Ethereum sigue limitado a la capa base, dependiendo de rollups para aumentar el throughput y controlar los costos.
*Transacciones de Solana por segundo (Fuente: Solscan)*Este rendimiento ha atraído la atención de analistas que siguen el punto de intersección entre blockchain y el mercado de capitales tradicional.
Matt Hougan, CIO de Bitwise, describió recientemente a Solana como “la nueva Wall Street”, argumentando que el modelo de ejecución de baja latencia de Solana se adapta mejor al proceso organizacional en comparación con otras opciones de propósito general. Al mismo tiempo, los emisores de stablecoins y las empresas de tokenización están desarrollando productos cada vez más sofisticados en esta red, lo que refuerza aún más ese argumento.
La realidad está lejos de las ambiciones
Actualmente, Solana solo realiza un promedio de aproximadamente 284 “transacciones” por segundo en el sentido de las órdenes de transferencia de valor iniciadas por los usuarios, muy por debajo del número teórico. Mientras tanto, Nasdaq realiza aproximadamente 2.920 transacciones por segundo y procesa alrededor de 463 mil millones de USD en volumen diario, en comparación con aproximadamente 6 mil millones de USD de Solana.
*Comparar los principales indicadores de Solana y Nasdaq. (Fuente: FliptheNasdaq)*La brecha en la densidad económica entre las dos plataformas sigue siendo muy grande.
Sin embargo, los desarrolladores de Solana han mencionado que las próximas actualizaciones optimizarán el rendimiento de los validadores, mejorarán la programación y reducirán los conflictos de bloques, pasos que podrían acercar a la red a la fiabilidad necesaria de la infraestructura del mercado. Aunque no está claro si esto se podrá lograr, esta ambición representa una estrategia clara: Solana no solo quiere ser una blockchain rápida, sino que también quiere convertirse en una “máquina de ejecución” lo suficientemente poderosa para respaldar las actividades financieras reguladas a gran escala.
Galaxy Research considera:
“Solana está avanzando hacia una visión unificada del 'Mercado de Capitales de Internet', un sistema capaz de respaldar toda la actividad financiera digital, desde la especulación minorista y las aplicaciones para consumidores hasta la infraestructura empresarial y los activos reales tokenizados.”
El valor potencial de Solana si Wall Street confía en él
La pregunta sobre el valor de Solana si Wall Street se adopta ampliamente ha impulsado el desarrollo de nuevos modelos de valoración.
Jon Ma, CEO de Artemis, recientemente presentó un modelo que sugiere que cuando los activos tradicionales se llevan a la blockchain, las cadenas serán evaluadas más como infraestructura que como acciones especulativas. Según este modelo, los factores de valoración incluyen el throughput, la eficiencia de costos, la capacidad de cobrar tarifas y la capacidad de soportar flujos financieros de gran volumen, con baja latencia. La fuerza de la narrativa y el reconocimiento de la marca se vuelven menos importantes.
Él predice que el mercado de tokenización global alcanzará entre 10 y 16 billones de USD para 2030. En un escenario donde Solana capture solo el 5% de esta cuota de mercado, la capitalización de la red podría acercarse a aproximadamente 880 billones de USD.
*Modelo financiero de Solana (Fuente: John Ma)*Los activos reales tokenizados alcanzan actualmente aproximadamente 35,8 mil millones de USD, casi el doble en comparación con finales de 2024. A medida que esta cifra aumenta, el rendimiento y el costo de ejecución se convierten en factores centrales. En este contexto, el atractivo de Solana proviene de las características que han dado forma a su cultura minorista: velocidad, bajas tarifas y capacidad de escalabilidad sin depender de una capa de ejecución externa.
Ethereum sigue manteniendo su ventaja en seguridad, herramientas de desarrollo y familiaridad con la regulación, convirtiéndose en la opción predeterminada para las organizaciones. Sin embargo, la tendencia de tokenización obliga al mercado a evaluar las cadenas de bloques bajo una nueva perspectiva: la capacidad de ejecución y la eficiencia en un entorno de activos digitales a gran escala.
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¿Cuánto valor puede alcanzar Solana si Wall Street lo utiliza de manera efectiva?
Durante muchos años, la suposición común en el ámbito de las criptomonedas y las finanzas tradicionales ha sido muy simple: cuando la adopción por parte de las instituciones financieras madure, Ethereum será la cadena de bloques elegida por Wall Street.
Esto no es demasiado sorprendente, ya que Ethereum es actualmente la red de contratos inteligentes más grande, el entorno predeterminado para los desarrolladores, y también es el ecosistema que está dando forma a la noción de finanzas programables en la actualidad.
Sin embargo, a medida que los esfuerzos por tokenizar los activos institucionales aumentan, surge una nueva pregunta en la discusión convencional: ¿qué pasará si la cadena en la que las instituciones finalmente confían no es Ethereum, sino Solana?
Este escenario sigue siendo especulativo, pero el hecho de que se considere refleja un cambio en la forma de evaluar la infraestructura del mercado actual.
La imagen de Solana se está transformando
Los primeros días, Solana (SOL) estaba asociado con la especulación minorista. Las tarifas bajas, la alta velocidad de procesamiento y la facilidad de implementación lo convirtieron en un lugar ideal para memecoins, transacciones rápidas y productos experimentales. Durante la mayor parte de su existencia, este entorno caótico ha dado forma a la marca cultural de la red.
Sin embargo, esas mismas características – la velocidad de procesamiento casi instantánea, las tarifas de transacción casi cero, y el alto rendimiento – que alguna vez impulsaron la fiebre especulativa, ahora están siendo reconfiguradas como la base para las transacciones a nivel institucional.
Según los datos de Solscan, Solana puede procesar más de 3,000 transacciones por segundo con un costo promedio de menos de medio centavo, mientras que Ethereum sigue limitado a la capa base, dependiendo de rollups para aumentar el throughput y controlar los costos.
Matt Hougan, CIO de Bitwise, describió recientemente a Solana como “la nueva Wall Street”, argumentando que el modelo de ejecución de baja latencia de Solana se adapta mejor al proceso organizacional en comparación con otras opciones de propósito general. Al mismo tiempo, los emisores de stablecoins y las empresas de tokenización están desarrollando productos cada vez más sofisticados en esta red, lo que refuerza aún más ese argumento.
La realidad está lejos de las ambiciones
Actualmente, Solana solo realiza un promedio de aproximadamente 284 “transacciones” por segundo en el sentido de las órdenes de transferencia de valor iniciadas por los usuarios, muy por debajo del número teórico. Mientras tanto, Nasdaq realiza aproximadamente 2.920 transacciones por segundo y procesa alrededor de 463 mil millones de USD en volumen diario, en comparación con aproximadamente 6 mil millones de USD de Solana.
Sin embargo, los desarrolladores de Solana han mencionado que las próximas actualizaciones optimizarán el rendimiento de los validadores, mejorarán la programación y reducirán los conflictos de bloques, pasos que podrían acercar a la red a la fiabilidad necesaria de la infraestructura del mercado. Aunque no está claro si esto se podrá lograr, esta ambición representa una estrategia clara: Solana no solo quiere ser una blockchain rápida, sino que también quiere convertirse en una “máquina de ejecución” lo suficientemente poderosa para respaldar las actividades financieras reguladas a gran escala.
Galaxy Research considera:
“Solana está avanzando hacia una visión unificada del 'Mercado de Capitales de Internet', un sistema capaz de respaldar toda la actividad financiera digital, desde la especulación minorista y las aplicaciones para consumidores hasta la infraestructura empresarial y los activos reales tokenizados.”
El valor potencial de Solana si Wall Street confía en él
La pregunta sobre el valor de Solana si Wall Street se adopta ampliamente ha impulsado el desarrollo de nuevos modelos de valoración.
Jon Ma, CEO de Artemis, recientemente presentó un modelo que sugiere que cuando los activos tradicionales se llevan a la blockchain, las cadenas serán evaluadas más como infraestructura que como acciones especulativas. Según este modelo, los factores de valoración incluyen el throughput, la eficiencia de costos, la capacidad de cobrar tarifas y la capacidad de soportar flujos financieros de gran volumen, con baja latencia. La fuerza de la narrativa y el reconocimiento de la marca se vuelven menos importantes.
Él predice que el mercado de tokenización global alcanzará entre 10 y 16 billones de USD para 2030. En un escenario donde Solana capture solo el 5% de esta cuota de mercado, la capitalización de la red podría acercarse a aproximadamente 880 billones de USD.
Ethereum sigue manteniendo su ventaja en seguridad, herramientas de desarrollo y familiaridad con la regulación, convirtiéndose en la opción predeterminada para las organizaciones. Sin embargo, la tendencia de tokenización obliga al mercado a evaluar las cadenas de bloques bajo una nueva perspectiva: la capacidad de ejecución y la eficiencia en un entorno de activos digitales a gran escala.
Vương Tiễn