Detrás de "Orden de Caza en las Riberas del Río" de Jay Chou: Preocupaciones fiscales y legales sobre la tenencia de activos criptográficos en forma de custodia
El 15 de octubre de 2025, la superestrella de la música en chino, Jay Chou, publicó dos publicaciones en IG dirigiéndose al famoso ilusionista taiwanés Cai Weize, acusándolo de desaparecer sin aviso y advirtiéndole: “Si no apareces, estarás acabado”. Luego dejó de seguir a Cai Weize, lo que generó tendencia en las búsquedas. Según informes públicos, hace unos años Jay Chou confió a su amigo ilusionista la gestión de 100 millones de dólares taiwaneses (aproximadamente 23 millones de RMB) para comprar y administrar bitcoins, pero ahora ese amigo ha desaparecido y sus activos no se encuentran. Los protagonistas de este incidente, ambos taiwaneses, están bajo la jurisdicción de la “Ley Fiscal” de Taiwán. La acción de Jay Chou de delegar en su amigo la tenencia de bitcoins no tiene relación con evasión fiscal, sino que probablemente se debió a la barrera técnica del mercado de criptomonedas y a la confianza entre ambos.
En este caso, la conducta de delegar la gestión de activos, es decir, que el titular confía a un tercero la administración de sus bienes, es especialmente común en el ámbito de inversión en activos criptográficos. Sin embargo, este tipo de gestión también conlleva riesgos sistemáticos en materia fiscal y regulatoria, debido a la complejidad de los actores involucrados y a la variedad de impuestos aplicables. Este artículo toma como ejemplo el caso de Jay Chou y su delegado en la gestión de activos criptográficos, enfocándose en las políticas fiscales y las novedades en Taiwán, para ofrecer una visión integral sobre la gestión de activos criptográficos en esa región y brindar referencias útiles a los inversores.
2. Políticas fiscales y novedades sobre criptomonedas en Taiwán
2.1 Resumen del sistema fiscal de criptomonedas en Taiwán
Actualmente, aunque Taiwán ha establecido un marco preliminar para la fiscalidad de los activos criptográficos, todavía presenta cierta ambigüedad. Por un lado, no existe una legislación específica que defina claramente la naturaleza de estos activos: según la orden del “Comité de Supervisión Financiera” (FSC) de 2019, con número de orden 1080321164, y la declaración conjunta emitida en diciembre de 2024 por el FSC y el Banco Central de Taiwán, las criptomonedas como Bitcoin no son consideradas moneda de curso legal, carecen de valor legal y son altamente especulativas, clasificándose como bienes virtuales con alta volatilidad. En cuanto a su clasificación, se diferencian los activos con características de valores (como tokens que representan acciones o derechos) y los activos criptográficos comunes.
Por otro lado, Taiwán carece de regulaciones fiscales específicas para estos activos, por lo que se aplican las leyes existentes de manera extensiva. A diferencia de países como EE. UU. o Alemania, que gravan las ganancias de criptomonedas como ganancias de capital, en Taiwán las ganancias derivadas de transacciones con criptomonedas por parte de individuos y empresas están sujetas al impuesto sobre la renta, similar a Japón o India.
2.2 Panorama regulatorio de las criptomonedas en Taiwán
La regulación de las criptomonedas en Taiwán no ha sido estática. En los últimos dos o tres años, con la expansión del mercado y las tendencias internacionales, las políticas y medidas regulatorias del gobierno taiwanés han ido alineándose progresivamente con las internacionales, buscando también innovar. Desde 2021, el FSC y las autoridades fiscales taiwanesas han emitido varias directrices, marcando una transición de “sin regulación” a “regulación limitada”. En ese año, el FSC incluyó las plataformas de criptomonedas en las leyes contra el lavado de dinero, exigiendo monitoreo y reporte de transacciones, aunque esto no afecta directamente los impuestos, sí sienta las bases para futuras inspecciones fiscales. En 2022, las autoridades fiscales anunciaron que fortalecerían la supervisión de las transacciones de criptomonedas de altos patrimonios para combatir la evasión fiscal. En septiembre de 2023, el FSC publicó las “Directrices para la gestión de plataformas y negocios de transacciones de activos virtuales” (en adelante, “Directrices”), que regulan las actividades de los operadores bajo la ley contra el lavado de dinero.
Para 2024 y 2025, las políticas fiscales relacionadas con las criptomonedas en Taiwán han avanzado aún más. En 2024, el FSC anunció que la “Ley de Servicios de Activos Virtuales” sería presentada al Legislativo en junio, y actualmente está en proceso de legislación. Además, en enero de 2025, la autoridad fiscal taiwanesa presentó un informe formal sobre la tributación de las ganancias por criptomonedas, estableciendo el marco fiscal en Taiwán. En julio, el “Bureau of Legislative Research” publicó un informe especial que analiza las normativas fiscales para criptomonedas, señalando que, aunque Taiwán ha comenzado a gravar estas ganancias, aún falta una legislación clara y detalles de implementación, recomendando la creación de una ley específica para activos virtuales.
En conjunto, las recientes dinámicas políticas muestran una tendencia hacia la regulación y normalización de la fiscalidad de los activos criptográficos en Taiwán, buscando ofrecer un entorno más justo y transparente para el sector.
3. Riesgos fiscales y regulatorios de la gestión de activos criptográficos en Taiwán
Retornando al caso de Jay Chou y su amigo, la disputa por la gestión de Bitcoin parece una simple controversia contractual civil, pero en realidad revela las dificultades de reconocimiento y los riesgos regulatorios que enfrentan los activos criptográficos bajo el marco del derecho fiscal tradicional. En Taiwán, este tipo de gestión puede activar múltiples impuestos, como el impuesto sobre la renta global y el impuesto sobre donaciones, y también enfrenta el riesgo de ser “perforada” o “desenmascarada” por las autoridades fiscales bajo el principio de tributación sustantiva. Con la futura legislación del “Ley de Servicios de Activos Virtuales”, que busca aumentar la transparencia en las transacciones, los métodos tradicionales de tenencia de activos, como la gestión delegada, enfrentarán desafíos fiscales sin precedentes. Para analizar los riesgos específicos, es necesario partir de las regulaciones vigentes en Taiwán respecto a la clasificación de impuestos, cálculo de cargas fiscales y supervisión.
3.1 Impuestos y bases legales involucradas
3.1.1 Impuesto sobre la renta global
Según el informe del “Departamento de Asuntos Fiscales” con número 11304672340, las ganancias de transacciones con criptomonedas sin carácter de valores (como Bitcoin o Ethereum) se consideran “ganancias por transacciones de bienes”. Por tanto, cualquier ingreso obtenido por la venta de Bitcoin, independientemente de cómo fluya el dinero, estará sujeto al impuesto sobre la renta. La ley de Taiwán, en su artículo 14, párrafo 1, categoría 7, establece que la ganancia de la gestión delegada se calcula como: ingreso total de la venta menos el costo original y los gastos necesarios. Para ganancias cercanas a 200 millones de RMB, la tasa máxima del 40% será aplicada casi con seguridad, resultando en un impuesto de aproximadamente 80 millones de RMB. Desde la perspectiva de responsabilidad fiscal, si el gestor delegado actúa en nombre propio pero en beneficio del cliente, la obligación fiscal puede recaer en el cliente. Sin embargo, si el gestor actúa sin autorización, la responsabilidad puede ser difusa.
3.1.2 Impuesto sobre donaciones
La gestión delegada también puede implicar transferencias de fondos, y si no hay evidencia suficiente que pruebe que se trata de una relación de “inversión por mandato”, las autoridades fiscales pueden presumir que se trata de una donación sin contraprestación. La Ley de Impuestos sobre Herencias y Donaciones de Taiwán, en su artículo 4, párrafo 2, define que la donación es la transferencia gratuita de bienes por parte del propietario a otra persona, con aceptación voluntaria. Si no se presentan acuerdos claros o registros de transacciones, las autoridades pueden considerar que el cliente ha donado fondos al gestor, y aplicar el impuesto correspondiente. La tasa progresiva de donación, que puede llegar hasta el 20%, se calcula como: (total de donaciones – deducciones exentas) × 20%.
3.2 Riesgos fiscales y legales de la gestión delegada
En los últimos años, Taiwán ha avanzado desde directrices temporales hacia una legislación específica para la fiscalidad de las criptomonedas. La “Legislatura” ha recomendado la creación de una ley fiscal especializada para resolver ambigüedades sobre pérdidas y ganancias, valoración, y otros aspectos. Además, la implementación de un sistema de reporte de información y registro de plataformas, en el marco de la futura “Ley de Servicios de Activos Virtuales”, aumentará significativamente la capacidad de las autoridades para supervisar y fiscalizar las transacciones. Esto implica que los inversores deben estar atentos a los anuncios del FSC y las autoridades fiscales, ajustando sus estrategias en consecuencia. La obligatoriedad de reportar y documentar adecuadamente las operaciones, así como firmar acuerdos escritos en las gestiones delegadas, será clave para evitar riesgos de doble imposición, pérdida de activos o sanciones.
Por otro lado, la gestión delegada en activos criptográficos en Taiwán presenta riesgos complejos: además de la carga fiscal adicional, puede generar pérdidas patrimoniales si no se cumplen correctamente las obligaciones fiscales. La “Ley de Protección de Derechos del Contribuyente” establece que la responsabilidad fiscal recae en quien realmente obtiene los beneficios. En casos como el de Jay Chou, si no se puede demostrar la relación de delegación, las autoridades fiscales podrían gravar al gestor, afectando los activos del cliente. Por ello, es fundamental que los inversores declaren sus ganancias, mantengan registros completos y formalicen los acuerdos para definir claramente derechos, obligaciones y responsabilidades fiscales.
4. Conclusión
El caso de Jay Chou no es un caso aislado, sino un reflejo de los riesgos sistémicos asociados a la gestión de activos criptográficos en Taiwán. Aunque el mundo de las criptomonedas promueve la descentralización y el anonimato, la responsabilidad fiscal sigue siendo centralizada y recae en cada inversor. Frente a estos riesgos, tanto las figuras públicas como los inversores particulares deben prestar atención a la gestión fiscal y legal de sus activos, para evitar pérdidas y sanciones a largo plazo.
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Detrás de "Orden de Caza en las Riberas del Río" de Jay Chou: Preocupaciones fiscales y legales sobre la tenencia de activos criptográficos en forma de custodia
1. Introducción
El 15 de octubre de 2025, la superestrella de la música en chino, Jay Chou, publicó dos publicaciones en IG dirigiéndose al famoso ilusionista taiwanés Cai Weize, acusándolo de desaparecer sin aviso y advirtiéndole: “Si no apareces, estarás acabado”. Luego dejó de seguir a Cai Weize, lo que generó tendencia en las búsquedas. Según informes públicos, hace unos años Jay Chou confió a su amigo ilusionista la gestión de 100 millones de dólares taiwaneses (aproximadamente 23 millones de RMB) para comprar y administrar bitcoins, pero ahora ese amigo ha desaparecido y sus activos no se encuentran. Los protagonistas de este incidente, ambos taiwaneses, están bajo la jurisdicción de la “Ley Fiscal” de Taiwán. La acción de Jay Chou de delegar en su amigo la tenencia de bitcoins no tiene relación con evasión fiscal, sino que probablemente se debió a la barrera técnica del mercado de criptomonedas y a la confianza entre ambos.
En este caso, la conducta de delegar la gestión de activos, es decir, que el titular confía a un tercero la administración de sus bienes, es especialmente común en el ámbito de inversión en activos criptográficos. Sin embargo, este tipo de gestión también conlleva riesgos sistemáticos en materia fiscal y regulatoria, debido a la complejidad de los actores involucrados y a la variedad de impuestos aplicables. Este artículo toma como ejemplo el caso de Jay Chou y su delegado en la gestión de activos criptográficos, enfocándose en las políticas fiscales y las novedades en Taiwán, para ofrecer una visión integral sobre la gestión de activos criptográficos en esa región y brindar referencias útiles a los inversores.
2. Políticas fiscales y novedades sobre criptomonedas en Taiwán
2.1 Resumen del sistema fiscal de criptomonedas en Taiwán
Actualmente, aunque Taiwán ha establecido un marco preliminar para la fiscalidad de los activos criptográficos, todavía presenta cierta ambigüedad. Por un lado, no existe una legislación específica que defina claramente la naturaleza de estos activos: según la orden del “Comité de Supervisión Financiera” (FSC) de 2019, con número de orden 1080321164, y la declaración conjunta emitida en diciembre de 2024 por el FSC y el Banco Central de Taiwán, las criptomonedas como Bitcoin no son consideradas moneda de curso legal, carecen de valor legal y son altamente especulativas, clasificándose como bienes virtuales con alta volatilidad. En cuanto a su clasificación, se diferencian los activos con características de valores (como tokens que representan acciones o derechos) y los activos criptográficos comunes.
Por otro lado, Taiwán carece de regulaciones fiscales específicas para estos activos, por lo que se aplican las leyes existentes de manera extensiva. A diferencia de países como EE. UU. o Alemania, que gravan las ganancias de criptomonedas como ganancias de capital, en Taiwán las ganancias derivadas de transacciones con criptomonedas por parte de individuos y empresas están sujetas al impuesto sobre la renta, similar a Japón o India.
2.2 Panorama regulatorio de las criptomonedas en Taiwán
La regulación de las criptomonedas en Taiwán no ha sido estática. En los últimos dos o tres años, con la expansión del mercado y las tendencias internacionales, las políticas y medidas regulatorias del gobierno taiwanés han ido alineándose progresivamente con las internacionales, buscando también innovar. Desde 2021, el FSC y las autoridades fiscales taiwanesas han emitido varias directrices, marcando una transición de “sin regulación” a “regulación limitada”. En ese año, el FSC incluyó las plataformas de criptomonedas en las leyes contra el lavado de dinero, exigiendo monitoreo y reporte de transacciones, aunque esto no afecta directamente los impuestos, sí sienta las bases para futuras inspecciones fiscales. En 2022, las autoridades fiscales anunciaron que fortalecerían la supervisión de las transacciones de criptomonedas de altos patrimonios para combatir la evasión fiscal. En septiembre de 2023, el FSC publicó las “Directrices para la gestión de plataformas y negocios de transacciones de activos virtuales” (en adelante, “Directrices”), que regulan las actividades de los operadores bajo la ley contra el lavado de dinero.
Para 2024 y 2025, las políticas fiscales relacionadas con las criptomonedas en Taiwán han avanzado aún más. En 2024, el FSC anunció que la “Ley de Servicios de Activos Virtuales” sería presentada al Legislativo en junio, y actualmente está en proceso de legislación. Además, en enero de 2025, la autoridad fiscal taiwanesa presentó un informe formal sobre la tributación de las ganancias por criptomonedas, estableciendo el marco fiscal en Taiwán. En julio, el “Bureau of Legislative Research” publicó un informe especial que analiza las normativas fiscales para criptomonedas, señalando que, aunque Taiwán ha comenzado a gravar estas ganancias, aún falta una legislación clara y detalles de implementación, recomendando la creación de una ley específica para activos virtuales.
En conjunto, las recientes dinámicas políticas muestran una tendencia hacia la regulación y normalización de la fiscalidad de los activos criptográficos en Taiwán, buscando ofrecer un entorno más justo y transparente para el sector.
3. Riesgos fiscales y regulatorios de la gestión de activos criptográficos en Taiwán
Retornando al caso de Jay Chou y su amigo, la disputa por la gestión de Bitcoin parece una simple controversia contractual civil, pero en realidad revela las dificultades de reconocimiento y los riesgos regulatorios que enfrentan los activos criptográficos bajo el marco del derecho fiscal tradicional. En Taiwán, este tipo de gestión puede activar múltiples impuestos, como el impuesto sobre la renta global y el impuesto sobre donaciones, y también enfrenta el riesgo de ser “perforada” o “desenmascarada” por las autoridades fiscales bajo el principio de tributación sustantiva. Con la futura legislación del “Ley de Servicios de Activos Virtuales”, que busca aumentar la transparencia en las transacciones, los métodos tradicionales de tenencia de activos, como la gestión delegada, enfrentarán desafíos fiscales sin precedentes. Para analizar los riesgos específicos, es necesario partir de las regulaciones vigentes en Taiwán respecto a la clasificación de impuestos, cálculo de cargas fiscales y supervisión.
3.1 Impuestos y bases legales involucradas
3.1.1 Impuesto sobre la renta global
Según el informe del “Departamento de Asuntos Fiscales” con número 11304672340, las ganancias de transacciones con criptomonedas sin carácter de valores (como Bitcoin o Ethereum) se consideran “ganancias por transacciones de bienes”. Por tanto, cualquier ingreso obtenido por la venta de Bitcoin, independientemente de cómo fluya el dinero, estará sujeto al impuesto sobre la renta. La ley de Taiwán, en su artículo 14, párrafo 1, categoría 7, establece que la ganancia de la gestión delegada se calcula como: ingreso total de la venta menos el costo original y los gastos necesarios. Para ganancias cercanas a 200 millones de RMB, la tasa máxima del 40% será aplicada casi con seguridad, resultando en un impuesto de aproximadamente 80 millones de RMB. Desde la perspectiva de responsabilidad fiscal, si el gestor delegado actúa en nombre propio pero en beneficio del cliente, la obligación fiscal puede recaer en el cliente. Sin embargo, si el gestor actúa sin autorización, la responsabilidad puede ser difusa.
3.1.2 Impuesto sobre donaciones
La gestión delegada también puede implicar transferencias de fondos, y si no hay evidencia suficiente que pruebe que se trata de una relación de “inversión por mandato”, las autoridades fiscales pueden presumir que se trata de una donación sin contraprestación. La Ley de Impuestos sobre Herencias y Donaciones de Taiwán, en su artículo 4, párrafo 2, define que la donación es la transferencia gratuita de bienes por parte del propietario a otra persona, con aceptación voluntaria. Si no se presentan acuerdos claros o registros de transacciones, las autoridades pueden considerar que el cliente ha donado fondos al gestor, y aplicar el impuesto correspondiente. La tasa progresiva de donación, que puede llegar hasta el 20%, se calcula como: (total de donaciones – deducciones exentas) × 20%.
3.2 Riesgos fiscales y legales de la gestión delegada
En los últimos años, Taiwán ha avanzado desde directrices temporales hacia una legislación específica para la fiscalidad de las criptomonedas. La “Legislatura” ha recomendado la creación de una ley fiscal especializada para resolver ambigüedades sobre pérdidas y ganancias, valoración, y otros aspectos. Además, la implementación de un sistema de reporte de información y registro de plataformas, en el marco de la futura “Ley de Servicios de Activos Virtuales”, aumentará significativamente la capacidad de las autoridades para supervisar y fiscalizar las transacciones. Esto implica que los inversores deben estar atentos a los anuncios del FSC y las autoridades fiscales, ajustando sus estrategias en consecuencia. La obligatoriedad de reportar y documentar adecuadamente las operaciones, así como firmar acuerdos escritos en las gestiones delegadas, será clave para evitar riesgos de doble imposición, pérdida de activos o sanciones.
Por otro lado, la gestión delegada en activos criptográficos en Taiwán presenta riesgos complejos: además de la carga fiscal adicional, puede generar pérdidas patrimoniales si no se cumplen correctamente las obligaciones fiscales. La “Ley de Protección de Derechos del Contribuyente” establece que la responsabilidad fiscal recae en quien realmente obtiene los beneficios. En casos como el de Jay Chou, si no se puede demostrar la relación de delegación, las autoridades fiscales podrían gravar al gestor, afectando los activos del cliente. Por ello, es fundamental que los inversores declaren sus ganancias, mantengan registros completos y formalicen los acuerdos para definir claramente derechos, obligaciones y responsabilidades fiscales.
4. Conclusión
El caso de Jay Chou no es un caso aislado, sino un reflejo de los riesgos sistémicos asociados a la gestión de activos criptográficos en Taiwán. Aunque el mundo de las criptomonedas promueve la descentralización y el anonimato, la responsabilidad fiscal sigue siendo centralizada y recae en cada inversor. Frente a estos riesgos, tanto las figuras públicas como los inversores particulares deben prestar atención a la gestión fiscal y legal de sus activos, para evitar pérdidas y sanciones a largo plazo.