Un ataque del 51 % es una amenaza potencial para una red blockchain que ocurre cuando una entidad o grupo coordinado consigue controlar más de la mitad de la potencia computacional (hash rate) de la red. Este ataque aprovecha las vulnerabilidades de los mecanismos de consenso descentralizados y permite al atacante adquirir un control indebido sobre el sistema. En blockchains como Bitcoin, que emplean Proof-of-Work (PoW), disponer de más del 50 % del hash rate otorga a la entidad atacante la capacidad de dominar la validación de bloques, impidiendo la confirmación de determinadas transacciones, revertiendo transacciones ya realizadas (doble gasto) o incluso reorganizando completamente la cadena de bloques. El impacto de este ataque pone en riesgo la integridad y seguridad de la red, y perjudica gravemente la confianza de los usuarios en la criptomoneda, afectando tanto su valor de mercado como su adopción.
El término “ataque del 51 %” surge de los principios de diseño de la red de Bitcoin, donde su creador, Satoshi Nakamoto, lo plantea de manera implícita en el whitepaper. Este tipo de ataque afecta sobre todo a criptomonedas que utilizan algoritmos de consenso Proof-of-Work.
Con el desarrollo del sector cripto, varias redes blockchain más pequeñas han sido víctimas de ataques del 51 %. En 2018, criptomonedas como Bitcoin Gold, Verge o ZenCash sufrieron este tipo de ataques, lo que resultó en pérdidas de millones de dólares y llevó al sector a replantearse los mecanismos de seguridad en blockchain.
Las grandes redes blockchain, como Bitcoin y Ethereum, cuentan con una potencia de hash distribuida en tal magnitud que convierten el ataque del 51 % en algo extremadamente costoso y poco probable. Por el contrario, las redes más pequeñas, especialmente aquellas que comparten algoritmos de minería con sistemas mayores, presentan más riesgos, ya que los atacantes pueden alquilar temporalmente potencia de hash de pools más grandes para atacar estos sistemas menos robustos.
Cuando el atacante controla más del 50 % de la potencia de hash de la red, puede realizar las siguientes acciones:
Cabe destacar que, pese al alcance del ataque, el atacante no puede modificar las reglas fundamentales del protocolo blockchain: no puede crear transacciones inválidas, apropiarse de activos ajenos ni alterar las recompensas de bloque, dado que todo ello está protegido por los mecanismos criptográficos y las reglas de consenso de la red.
El ataque del 51 % genera múltiples riesgos y retos para los sistemas blockchain:
Para mitigar los riesgos del ataque del 51 %, el sector ha desarrollado soluciones como la adopción de consensos alternativos (Proof-of-Stake - PoS), pagos diferidos, incremento de confirmaciones, consenso híbrido y cambios periódicos de algoritmo de minería para evitar la concentración de hash rate. Estas medidas no eliminan el riesgo completamente, pero sí dificultan y encarecen el ataque.
El ataque del 51 % sigue siendo una de las cuestiones más relevantes en la seguridad blockchain, y subraya la importancia de mantener una distribución adecuada de la potencia de hash para salvaguardar la seguridad de las redes descentralizadas. Con la evolución tecnológica, los proyectos cripto continúan innovando en soluciones que refuercen la seguridad y resiliencia de las redes ante este tipo de amenazas.
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