La regulación de encriptación en Estados Unidos está llegando a un punto de inflexión histórico.
En el pasado, la SEC de la era de Gary Gensler utilizó la "prueba Howey" como arma, iniciando 2700 acciones de aplicación en cuatro años, con multas que superaron los 21 mil millones de dólares. Plataformas de intercambio y grandes empresas cayeron en la trampa, llevando a la industria a un "invierno regulatorio". La ironía es que, en nombre de la protección del inversionista, se creó una mayor incertidumbre y volatilidad.
Hoy, el nuevo presidente Paul está impulsando cambios.
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