Grok, un chatbot de IA de xAI de Elon Musk, ilustra los peligros de los sistemas de IA centralizados, mostrando sesgos alineados con las opiniones de su creador. Esto resalta la necesidad de modelos de IA descentralizados y de código abierto para garantizar la neutralidad, la transparencia y una gobernanza diversa, evitando sesgos algorítmicos.