El S&P 500 abrió plano con un rendimiento mixto en las principales empresas tecnológicas. Lo que llamó la atención de los operadores fue la situación del volumen: la actividad del lunes fue significativamente menor de lo habitual, aproximadamente un 40% por debajo de la media móvil de 20 días. Ese tipo de negociación escasa suele indicar una posición cautelosa de cara al futuro. Con la expectativa de que el martes mantenga condiciones de bajo volumen similares, estamos ante uno de esos días de negociación prolongados en los que los movimientos parecen más pronunciados que la convicción subyacente que los respalda. Las mega-cap tecnológicas siguen divididas en cuanto a la dirección, reflejando una incertidumbre más amplia sobre cómo están interpretando los inversores las condiciones actuales.