Un alto asesor del Tesoro acaba de echar un jarro de agua fría sobre el concepto de hipoteca a 50 años propuesto por la administración. ¿La opinión del asesor? Si la Reserva Federal simplemente acelerara el ritmo de los recortes de tipos, ni siquiera necesitaríamos medidas tan extremas para abordar la asequibilidad de la vivienda.

El argumento central gira en torno al enfoque cauteloso de la Fed respecto a la relajación monetaria. Según esta perspectiva, la lentitud del banco central a la hora de bajar los tipos es la verdadera causa de los elevados costes de la vivienda. Si se reducen los tipos más rápido, la lógica es que las hipotecas convencionales a 30 años volverán a ser asequibles, sin necesidad de alargar los plazos hasta medio siglo.

Es un interesante choque de soluciones: innovación estructural frente a política monetaria tradicional. La crisis de la vivienda sigue intensificándose, pero si la respuesta está en rediseñar los productos hipotecarios o simplemente en relajar las condiciones monetarias sigue siendo un tema de intenso debate entre los responsables políticos.