Michael Burry se ganó su estatus legendario en Wall Street gracias a una apuesta audaz que pocos vieron venir. En 2008, mientras la mayoría seguía siendo optimista, predijo que el mercado inmobiliario se desplomaría, y acertó. Esa arriesgada apuesta contra las hipotecas subprime se volvió tan icónica que llegó a la gran pantalla en 2015 con "La gran apuesta", donde Christian Bale lo interpretó.

Lo que hizo destacar a Burry no fue solo la predicción en sí, sino la convicción de actuar en consecuencia cuando todo el mercado se movía en la dirección opuesta. Su profundo análisis de los valores respaldados por hipotecas reveló fallos fatales que otros pasaron por alto o ignoraron. La crisis financiera que siguió confirmó su análisis y consolidó su reputación como alguien capaz de detectar riesgos sistémicos antes de que se materialicen.

Hoy en día, cada vez que Burry hace una predicción de mercado, la gente presta atención. Su historial habla por sí mismo.