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Última previsión de Grayscale: el precio de Bitcoin alcanzará un nuevo máximo en 2026, el ciclo de cuatro años deja de ser válido

Grayscale Research ha señalado recientemente que el precio de Bitcoin podría alcanzar un nuevo máximo histórico en 2026, al tiempo que rechaza la preocupación de que el mercado esté entrando en un ciclo bajista de varios años. Este informe, publicado a principios de esta semana, muestra que Grayscale no está de acuerdo con la teoría del “ciclo de cuatro años”, una visión popular que sostiene que el precio de Bitcoin siempre alcanza un máximo, para luego caer bruscamente según el ciclo de halvings.

La teoría del ciclo de cuatro años de Bitcoin está fallando

比特幣2026年價格預測

El equipo de analistas de Grayscale considera que la estructura actual del mercado es completamente diferente a la de ciclos anteriores. Aunque reconocen que el mercado sigue siendo incierto, piensan que la teoría del ciclo de cuatro años pronto quedará obsoleta y que el precio de Bitcoin podría alcanzar un máximo ya el próximo año, para después seguir subiendo hasta 2026.

La teoría del ciclo de cuatro años se basa en el mecanismo de halving de Bitcoin. Cada cuatro años, las recompensas de bloque de Bitcoin se reducen a la mitad, y tradicionalmente este shock de oferta ha desencadenado una subida de precios. Las tres reducciones anteriores (2012, 2016, 2020) siguieron un patrón similar: el precio alcanzó un máximo entre 12 y 18 meses después del halving, seguido de un largo mercado bajista, con caídas superiores al 80%. Esta regularidad convirtió la teoría del ciclo de cuatro años en el relato dominante de la comunidad cripto.

Sin embargo, Grayscale señala que la estructura del mercado en este ciclo ha cambiado fundamentalmente. Los ciclos anteriores estaban dominados por inversores minoristas, con precios impulsados principalmente por las emociones, lo que favorecía subidas parabólicas y fuertes caídas. En 2025, el mercado estará dominado por capital institucional, cuyos participantes tienen comportamientos diferentes a los minoristas: se centran más en el análisis fundamental, la gestión del riesgo y la asignación a largo plazo, en lugar de la especulación a corto plazo.

Este cambio estructural disminuye la probabilidad de subidas y caídas parabólicas como en el pasado. La entrada de capital institucional es más estable y sostenida; no persiguen máximos de precio en masa ni venden en pánico como los minoristas. Este cambio de comportamiento puede hacer que el precio de Bitcoin siga una tendencia alcista más suave y sostenida, en lugar de los picos y caídas abruptas del pasado.

Tres pruebas del final del ciclo de cuatro años

Dominio institucional: Los ETF y las posiciones empresariales sustituyen a los minoristas como principales compradores, con un comportamiento más racional.

Estructura de liquidez: Las bóvedas digitales y los servicios de custodia dificultan que los tokens lleguen a los exchanges para su venta.

Madurez regulatoria: Un marco regulatorio más claro reduce las caídas provocadas por la incertidumbre política.

La perspectiva de Grayscale tiene importantes implicaciones para los inversores. Si el ciclo de cuatro años realmente deja de funcionar, la estrategia de esperar un “suelo bajista” podría dejar de ser válida. Es posible que el precio no sufra correcciones profundas del 80% como antes, sino que consolide en zonas de soporte más altas. Esto exige a los inversores adaptar sus expectativas y estrategias, y no limitarse a replicar experiencias pasadas.

Una corrección del 32% no cambia el sesgo alcista

Entre principios de octubre y finales de noviembre, el precio de Bitcoin experimentó una gran volatilidad, cayendo más de un 32% desde su máximo reciente. Esta corrección en una fase temprana de mercado alcista generó pánico, con muchos temiendo el inicio de un nuevo mercado bajista. Sin embargo, Grayscale señala que las correcciones importantes durante los mercados alcistas no son infrecuentes. En ciclos previos, caídas del 25% o incluso superiores han sido habituales, sin que esto implique una reversión de la tendencia de fondo.

Los datos históricos respaldan esta visión. En el mercado alcista de 2017, el precio de Bitcoin subió de unos 3.000 dólares a casi 20.000, pero experimentó varias correcciones superiores al 30%. En el mercado alcista de 2021, el precio pasó de 10.000 a 69.000 dólares, con varias caídas cercanas al 40%. Estas correcciones suelen estar provocadas por un apalancamiento excesivo a corto plazo, noticias negativas o toma de beneficios, pero mientras el fundamento alcista permanezca, el precio acaba marcando nuevos máximos.

De hecho, los inversores que mantienen Bitcoin a largo plazo suelen obtener grandes beneficios cuando el mercado se recupera. Los datos de Grayscale muestran que los inversores que han mantenido Bitcoin más de cuatro años tienen una probabilidad de beneficio cercana al 100%. Incluso comprando en máximos locales, siempre que se tenga paciencia, finalmente se logra rentabilidad. Esta estadística refuerza la filosofía de que “el tiempo en el mercado” es más importante que “el market timing”.

La corrección actual del 32% se debe principalmente a la incertidumbre macroeconómica y a liquidaciones de apalancamiento a corto plazo. La política arancelaria de Trump ha provocado volatilidad global y Bitcoin, como activo de riesgo, también se ha visto afectado. Además, el apalancamiento excesivo en los mercados de futuros ha causado liquidaciones en cadena, amplificando la volatilidad. Pero estos son factores transitorios, que no afectan la tendencia alcista de fondo de Bitcoin.

Más importante aún, esta corrección ha dado oportunidad de compra a los inversores institucionales. Varias firmas de análisis on-chain han informado que, durante la caída, los ETF de Bitcoin han mantenido flujos netos positivos, mostrando que los institucionales están comprando en las caídas. Este flujo de “dinero inteligente” es una señal clave de continuidad alcista.

El capital institucional está redefiniendo la lógica del precio de Bitcoin

La diferencia actual con el patrón anterior está en la nueva estructura de flujos de capital. Ya no predomina el crecimiento liderado por minoristas en exchanges spot; en 2025, el mercado estará dominado por capital institucional. Este capital proviene de ETF, de empresas que poseen activos digitales y los almacenan en bóvedas digitales, así como de inversores institucionales profesionalizados.

La llegada de los ETF de Bitcoin ha marcado un punto de inflexión. Desde que a principios de 2024 se aprobaron los ETF de Bitcoin al contado en EE. UU., han atraído más de 30.000 millones de dólares en flujos. Estos fondos provienen principalmente de instituciones financieras tradicionales, fondos de pensiones y particulares de alto patrimonio, que antes no podían o no querían tener Bitcoin directamente, pero ahora pueden hacerlo fácilmente a través de ETF. Esta nueva vía de entrada ofrece un soporte de compra constante al precio de Bitcoin.

Las posiciones empresariales también son una fuente relevante de demanda. Empresas cotizadas como MicroStrategy o Tesla han incorporado Bitcoin en sus balances como cobertura frente a la inflación y herramienta de diversificación. Estos compradores institucionales suelen mantener posiciones a largo plazo y no venden por la volatilidad a corto plazo. Los datos muestran que los Bitcoin en manos de empresas rara vez llegan a los exchanges, reduciendo la oferta circulante y proporcionando soporte estructural al precio.

La madurez de los servicios de bóveda y custodia digital también ha cambiado la dinámica del mercado. Los inversores institucionales guardan Bitcoin en custodios profesionales como Coinbase Custody o Fidelity Digital Assets, lo que dificulta que estos tokens lleguen rápidamente a los exchanges para su venta. Por el contrario, antes los minoristas almacenaban Bitcoin en monederos de exchanges y podían vender en cualquier momento. Este cambio en la estructura de liquidez reduce la sensibilidad del precio de Bitcoin a las emociones del mercado a corto plazo.

Entorno macro y regulación favorable como soporte

Además de los factores internos, Grayscale destaca el entorno macroeconómico favorable para los activos de riesgo. Muchas instituciones prevén que EE. UU. bajará los tipos de interés el próximo año y, a medida que el Congreso de EE. UU. avanza en la legislación bipartidista, el entorno político para las criptomonedas mejora. Se afirma que, bajo la presidencia de Donald Trump, las propuestas regulatorias sobre cripto tienen más posibilidades de progresar que nunca.

Las expectativas de bajadas de tipos son un factor macroeconómico clave de soporte para Bitcoin. Cuando bajan los tipos, el coste de oportunidad de mantener efectivo y bonos disminuye, y los inversores se inclinan más por acciones, oro y Bitcoin. Los datos históricos muestran que Bitcoin se comporta especialmente bien en entornos de política monetaria expansiva y sufre más en ciclos restrictivos. Si la Fed baja los tipos en 2026 como se espera, proporcionará un gran apoyo macroeconómico al precio de Bitcoin.

La mejora del entorno regulatorio es igualmente importante. El gobierno de Trump ha adoptado una actitud relativamente favorable hacia las criptomonedas, destituyendo al crítico presidente de la SEC, Gensler, y promoviendo la creación de una reserva nacional de Bitcoin. Este cambio de política elimina la incertidumbre regulatoria que pesó sobre el mercado en los últimos años y da más confianza a los inversores institucionales para entrar.

La previsión optimista de Tom Lee

El CEO de BitMine, Tom Lee, comparte una visión similar. Considera que el precio de Bitcoin está desacoplado de sus fundamentales. Lee señala que el número de usuarios de monederos, la actividad on-chain, las comisiones de la red y la tasa de tokenización están creciendo de forma constante, mientras que el precio sigue bajo presión vendedora. Esto hace que la relación riesgo-recompensa de Bitcoin y Ethereum sea excelente, siendo más atractiva que la mayoría de los activos tradicionales.

En una reciente entrevista en televisión estadounidense, Tom Lee mantuvo su optimismo. Predijo que, si el flujo de fondos de grandes inversores institucionales repunta con fuerza, el precio de Bitcoin podría marcar un nuevo máximo ya en enero del próximo año. Este comentario refuerza aún más la idea de que el ciclo actual no seguirá la cadencia de cuatro años del pasado, sino que, debido a la entrada de capital institucional, la relajación de políticas y los cambios significativos en el ecosistema de activos digitales, el mercado está entrando en una nueva fase de crecimiento estructural.

Catalizadores clave para un nuevo máximo del precio de Bitcoin en 2026

Flujos continuos a los ETF: El capital institucional aporta soporte de compra estable

Inicio del ciclo de bajadas de tipos: La política monetaria expansiva impulsa los activos de riesgo

Regulación clara: Un entorno político favorable elimina la incertidumbre

Fundamentales sólidos: La actividad on-chain y la adopción siguen creciendo

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