El 24 de noviembre, Bitcoin experimentó una subida volátil, superando los 87.000 dólares, mientras que Ethereum también se situó en 2.840 dólares. Aunque el mercado sigue sumido en un sentimiento bajista de “miedo extremo”, algunos analistas creen que, al cierre del 21 de noviembre, el volumen de negociación al contado en los principales exchanges alcanzó máximos recientes, lo que sugiere un cambio de manos masivo y un incremento de volumen que marca un posible suelo. Sin embargo, los analistas advierten que los traders están apostando por un rebote en V a corto plazo, pero la alta volatilidad que podría acompañar a este movimiento puede pillar desprevenidos a los pequeños inversores.
El volumen récord indica que todas las órdenes de venta por pánico han sido absorbidas
(Fuente: Trading View)
La acción del mercado al cierre del 21 de noviembre ofreció pistas clave. El volumen de negociación al contado en los principales exchanges alcanzó máximos recientes, un fenómeno de “aumento de volumen” que tiene gran relevancia en el análisis técnico. Cuando el precio de Bitcoin cae y de repente el volumen de negociación se dispara, normalmente significa que se está produciendo un gran traspaso de tokens entre manos.
El análisis técnico interpreta esto como: las órdenes de venta por pánico han sido absorbidas por compradores fuera del mercado, transfiriendo los tokens de manos débiles a capital de largo plazo dispuesto a comprar en mínimos. Este fenómeno ha aparecido varias veces en los suelos más importantes de la historia de Bitcoin. Tanto en el “cisne negro” del 12 de marzo de 2020 como en el “crash” del 19 de mayo de 2021, se produjeron cambios de manos similares al final de ventas por pánico. Cuando los minoristas venden sin importar el precio por miedo, los inversores a largo plazo y los fondos institucionales suelen aprovechar para comprar en caídas.
Según los datos de los libros de órdenes, cuando Bitcoin cayó cerca de los 80.600 dólares, empezaron a aparecer grandes órdenes de compra. Estas órdenes suelen proceder de compradores que han estado esperando al margen durante la bajada desde 120.000 a 80.000 dólares, y que entran cuando el pánico alcanza su punto máximo. Cuando las ventas son absorbidas por completo y el precio empieza a rebotar, se forma el clásico patrón de “aumento de volumen con fin de caída”.
Sin embargo, esta señal técnica no significa que el suelo esté confirmado. Bitcoin puede seguir oscilando en el rango de precios actual, formando patrones de suelo más complejos como un “doble suelo” (W) o un “hombro-cabeza-hombro invertido”. Un solo rebote con volumen elevado sólo indica que la presión de venta a corto plazo se ha liberado, pero para confirmar un cambio de tendencia se necesitan más evidencias.
Tres características clave del final de caída con aumento de volumen
Aumento brusco del volumen: El 21 de noviembre, el volumen al contado alcanzó máximos recientes, señalando un cambio de manos masivo
Recuperación rápida del precio: Rebote rápido desde mínimos, muestra la fortaleza de la demanda compradora
Liberación del miedo: El índice de sentimiento del mercado indica “miedo extremo”, la presión vendedora se relaja tras alcanzar un pico
El discurso dovish de la Fed de Williams impulsa el rebote
Una posible razón detrás de este rebote de Bitcoin podría estar relacionada con la postura dovish de la Reserva Federal de EE. UU. John Williams, presidente de la Fed de Nueva York, declaró recientemente en una conferencia internacional que, dado que el mercado laboral estadounidense muestra signos de debilidad, la Fed aún tiene margen para reducir los tipos de interés “pronto” y así mantener la actual postura de política monetaria moderadamente restrictiva.
Esta declaración proporciona un importante apoyo para los activos de riesgo. La política de tipos de interés es uno de los factores macroeconómicos clave que influyen en el precio de Bitcoin. Cuando la Fed baja los tipos, la liquidez del dólar aumenta y los inversores están más dispuestos a asignar capital a activos de alto riesgo como Bitcoin. Las palabras dovish de Williams sugieren que, aunque el problema de la inflación no se ha resuelto del todo, la debilidad del mercado laboral podría obligar a la Fed a priorizar el empleo frente a la lucha contra la inflación.
Sin embargo, la incertidumbre sigue siendo alta. Debido al reciente cierre del gobierno de EE. UU., algunos datos económicos aún no están claros, lo que añade incertidumbre a la trayectoria de la política monetaria de la Fed. Esta falta de datos hace que la toma de decisiones de la Fed sea más difícil y que las expectativas del mercado sobre la dirección de la política sean más divergentes. Si los próximos datos económicos muestran un repunte de la inflación, las declaraciones dovish de Williams podrían revertirse rápidamente, lo que supondría nueva presión para el precio de Bitcoin.
La experiencia histórica muestra que las declaraciones dovish de los funcionarios de la Fed pueden impulsar el mercado a corto plazo, pero la tendencia real la determina la acción política concreta. El mercado ha vivido en varias ocasiones el ciclo de “declaraciones dovish → rebote del mercado → malos datos → endurecimiento de la política → retroceso del mercado”. Por tanto, los inversores no deben depender en exceso de las declaraciones de un solo funcionario, sino seguir atentos a los datos económicos reales y a los resultados de las reuniones de política.
Trampa de rebote en V y advertencia de alta volatilidad
El asesor de Bitwise, Jeff Park, señala: “Los traders apuestan por un rebote en V a corto plazo, pero la alta volatilidad que puede seguir podría pillar desprevenidos a los minoristas.” Esta advertencia es muy acertada. Un rebote en V implica una rápida subida del precio desde mínimos, formando un gráfico en forma de V, fenómeno habitual en rebotes por sobreventa o coberturas de cortos.
No obstante, los rebotes en V suelen ir acompañados de una volatilidad muy alta. El precio puede subir un 10% en un día y devolver un 8% al siguiente; estas oscilaciones bruscas son muy peligrosas para los traders apalancados. Muchos pequeños inversores, al ver el rebote, se apalancan excesivamente al alza y acaban siendo liquidados en las caídas posteriores. Este tipo de “ida y vuelta” es una de las características más habituales en las fases de rebote en mercados bajistas.
CoinKarma también advierte que, aunque hay señales de suelo, la volatilidad seguirá siendo elevada, por lo que los inversores deben controlar su exposición. El núcleo de este consejo es la gestión del riesgo. Incluso si los indicadores técnicos muestran señales de suelo, no se debe apostar todo el capital, sino reservar suficiente liquidez para hacer frente a nuevas caídas. Una estrategia razonable de gestión de posiciones sería: invertir entre un 30% y un 50% del capital en la zona actual de manera tentativa, aumentando gradualmente la posición si el precio sigue subiendo, o reservando liquidez para comprar más abajo si el precio retrocede.
Según el índice de sentimiento del mercado, Bitcoin sigue en una zona de “miedo extremo”, indicador que combina varios factores como la volatilidad del precio, el volumen de negociación y el sentimiento en redes sociales. El miedo extremo suele aparecer cerca de los suelos del mercado, pero puede durar semanas o incluso meses. La experiencia histórica muestra que pasar de “miedo extremo” a neutralidad o codicia suele requerir la acumulación de varios catalizadores positivos, y no depende de un solo acontecimiento.
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¡Bitcoin supera los 87,000 dólares! Gran volumen de intercambio detiene la caída, analistas advierten sobre una trampa en V
El 24 de noviembre, Bitcoin experimentó una subida volátil, superando los 87.000 dólares, mientras que Ethereum también se situó en 2.840 dólares. Aunque el mercado sigue sumido en un sentimiento bajista de “miedo extremo”, algunos analistas creen que, al cierre del 21 de noviembre, el volumen de negociación al contado en los principales exchanges alcanzó máximos recientes, lo que sugiere un cambio de manos masivo y un incremento de volumen que marca un posible suelo. Sin embargo, los analistas advierten que los traders están apostando por un rebote en V a corto plazo, pero la alta volatilidad que podría acompañar a este movimiento puede pillar desprevenidos a los pequeños inversores.
El volumen récord indica que todas las órdenes de venta por pánico han sido absorbidas
(Fuente: Trading View)
La acción del mercado al cierre del 21 de noviembre ofreció pistas clave. El volumen de negociación al contado en los principales exchanges alcanzó máximos recientes, un fenómeno de “aumento de volumen” que tiene gran relevancia en el análisis técnico. Cuando el precio de Bitcoin cae y de repente el volumen de negociación se dispara, normalmente significa que se está produciendo un gran traspaso de tokens entre manos.
El análisis técnico interpreta esto como: las órdenes de venta por pánico han sido absorbidas por compradores fuera del mercado, transfiriendo los tokens de manos débiles a capital de largo plazo dispuesto a comprar en mínimos. Este fenómeno ha aparecido varias veces en los suelos más importantes de la historia de Bitcoin. Tanto en el “cisne negro” del 12 de marzo de 2020 como en el “crash” del 19 de mayo de 2021, se produjeron cambios de manos similares al final de ventas por pánico. Cuando los minoristas venden sin importar el precio por miedo, los inversores a largo plazo y los fondos institucionales suelen aprovechar para comprar en caídas.
Según los datos de los libros de órdenes, cuando Bitcoin cayó cerca de los 80.600 dólares, empezaron a aparecer grandes órdenes de compra. Estas órdenes suelen proceder de compradores que han estado esperando al margen durante la bajada desde 120.000 a 80.000 dólares, y que entran cuando el pánico alcanza su punto máximo. Cuando las ventas son absorbidas por completo y el precio empieza a rebotar, se forma el clásico patrón de “aumento de volumen con fin de caída”.
Sin embargo, esta señal técnica no significa que el suelo esté confirmado. Bitcoin puede seguir oscilando en el rango de precios actual, formando patrones de suelo más complejos como un “doble suelo” (W) o un “hombro-cabeza-hombro invertido”. Un solo rebote con volumen elevado sólo indica que la presión de venta a corto plazo se ha liberado, pero para confirmar un cambio de tendencia se necesitan más evidencias.
Tres características clave del final de caída con aumento de volumen
Aumento brusco del volumen: El 21 de noviembre, el volumen al contado alcanzó máximos recientes, señalando un cambio de manos masivo
Recuperación rápida del precio: Rebote rápido desde mínimos, muestra la fortaleza de la demanda compradora
Liberación del miedo: El índice de sentimiento del mercado indica “miedo extremo”, la presión vendedora se relaja tras alcanzar un pico
El discurso dovish de la Fed de Williams impulsa el rebote
Una posible razón detrás de este rebote de Bitcoin podría estar relacionada con la postura dovish de la Reserva Federal de EE. UU. John Williams, presidente de la Fed de Nueva York, declaró recientemente en una conferencia internacional que, dado que el mercado laboral estadounidense muestra signos de debilidad, la Fed aún tiene margen para reducir los tipos de interés “pronto” y así mantener la actual postura de política monetaria moderadamente restrictiva.
Esta declaración proporciona un importante apoyo para los activos de riesgo. La política de tipos de interés es uno de los factores macroeconómicos clave que influyen en el precio de Bitcoin. Cuando la Fed baja los tipos, la liquidez del dólar aumenta y los inversores están más dispuestos a asignar capital a activos de alto riesgo como Bitcoin. Las palabras dovish de Williams sugieren que, aunque el problema de la inflación no se ha resuelto del todo, la debilidad del mercado laboral podría obligar a la Fed a priorizar el empleo frente a la lucha contra la inflación.
Sin embargo, la incertidumbre sigue siendo alta. Debido al reciente cierre del gobierno de EE. UU., algunos datos económicos aún no están claros, lo que añade incertidumbre a la trayectoria de la política monetaria de la Fed. Esta falta de datos hace que la toma de decisiones de la Fed sea más difícil y que las expectativas del mercado sobre la dirección de la política sean más divergentes. Si los próximos datos económicos muestran un repunte de la inflación, las declaraciones dovish de Williams podrían revertirse rápidamente, lo que supondría nueva presión para el precio de Bitcoin.
La experiencia histórica muestra que las declaraciones dovish de los funcionarios de la Fed pueden impulsar el mercado a corto plazo, pero la tendencia real la determina la acción política concreta. El mercado ha vivido en varias ocasiones el ciclo de “declaraciones dovish → rebote del mercado → malos datos → endurecimiento de la política → retroceso del mercado”. Por tanto, los inversores no deben depender en exceso de las declaraciones de un solo funcionario, sino seguir atentos a los datos económicos reales y a los resultados de las reuniones de política.
Trampa de rebote en V y advertencia de alta volatilidad
El asesor de Bitwise, Jeff Park, señala: “Los traders apuestan por un rebote en V a corto plazo, pero la alta volatilidad que puede seguir podría pillar desprevenidos a los minoristas.” Esta advertencia es muy acertada. Un rebote en V implica una rápida subida del precio desde mínimos, formando un gráfico en forma de V, fenómeno habitual en rebotes por sobreventa o coberturas de cortos.
No obstante, los rebotes en V suelen ir acompañados de una volatilidad muy alta. El precio puede subir un 10% en un día y devolver un 8% al siguiente; estas oscilaciones bruscas son muy peligrosas para los traders apalancados. Muchos pequeños inversores, al ver el rebote, se apalancan excesivamente al alza y acaban siendo liquidados en las caídas posteriores. Este tipo de “ida y vuelta” es una de las características más habituales en las fases de rebote en mercados bajistas.
CoinKarma también advierte que, aunque hay señales de suelo, la volatilidad seguirá siendo elevada, por lo que los inversores deben controlar su exposición. El núcleo de este consejo es la gestión del riesgo. Incluso si los indicadores técnicos muestran señales de suelo, no se debe apostar todo el capital, sino reservar suficiente liquidez para hacer frente a nuevas caídas. Una estrategia razonable de gestión de posiciones sería: invertir entre un 30% y un 50% del capital en la zona actual de manera tentativa, aumentando gradualmente la posición si el precio sigue subiendo, o reservando liquidez para comprar más abajo si el precio retrocede.
Según el índice de sentimiento del mercado, Bitcoin sigue en una zona de “miedo extremo”, indicador que combina varios factores como la volatilidad del precio, el volumen de negociación y el sentimiento en redes sociales. El miedo extremo suele aparecer cerca de los suelos del mercado, pero puede durar semanas o incluso meses. La experiencia histórica muestra que pasar de “miedo extremo” a neutralidad o codicia suele requerir la acumulación de varios catalizadores positivos, y no depende de un solo acontecimiento.