El caso de fraude en coleccionables digitales en China revela un esquema de recaudación de fondos en criptomonedas: activos generados por IA y manipulación de plataformas
Una resolución legal significativa del Primer Tribunal Intermedio Popular de Shanghái ha arrojado luz sobre una elaborada estafa de recaudación de fondos en criptomonedas que involucra coleccionables digitales. El caso contra los acusados Wang y Liu sirve como un recordatorio contundente de las tácticas en constante evolución empleadas en las estafas en blockchain, particularmente aquellas que aprovechan la inteligencia artificial y plataformas de comercio no reguladas.
El esquema: Cómo los activos de IA se convirtieron en vehículos de inversión
El mecanismo de fraude era engañosamente simple pero efectivo. Wang y Liu adquirieron imágenes digitales generadas por IA por apenas 2.888 yuanes a terceros. Estos archivos generados por computadora fueron luego “subidos a una blockchain privada” creada por un servicio externo, transformando instantáneamente archivos digitales de bajo costo en lo que parecía ser coleccionables valiosos basados en blockchain. Este proceso ejemplifica cómo la tecnología puede ser fácilmente utilizada como arma en esquemas de recaudación de fondos en cripto.
Los acusados posteriormente emitieron entre 7.888 y 16.888 coleccionables digitales en su plataforma, valorándolos entre 9,9 y 69,9 yuanes por token. Para los potenciales inversores, estos activos parecían legítimos y valiosos, respaldados por la tecnología blockchain y el atractivo de la propiedad digital.
Creando credibilidad falsa
Para generar confianza con sus víctimas, Wang y Liu emplearon múltiples tácticas de manipulación. Distribuyeron sobres rojos a través de grupos de WeChat, fabricaron afirmaciones sobre tener operaciones en el extranjero y proyectaron una imagen de respaldo financiero sustancial. La promesa de “retorno a mitad de precio con principal garantizado” ofrecía lo que parecía ser una oportunidad de inversión sin riesgo, un clásico sello de las estafas fraudulentas.
Su plataforma contaba con mecanismos sofisticados diseñados para incentivar la inversión continua: “cajas ciegas” (paquetes de coleccionables aleatorios), funciones de “síntesis”, eventos de “airdrop” y oportunidades de “compra prioritaria”. Cada mecanismo fue diseñado para atraer nuevo capital al sistema.
Manipulación del mercado y comercio secundario
El aspecto más insidioso involucraba la manipulación artificial de precios y volúmenes. Wang y Liu participaron en wash trading—comprando y vendiendo coleccionables entre ellos en el mercado secundario para crear la ilusión de actividad genuina y interés orgánico de los inversores. Cuando las víctimas finalmente intentaron liquidar sus holdings, descubrieron que el mercado estaba inflado artificialmente y que sus activos eran prácticamente imposibles de vender.
Cuando inversores desesperados solicitaron reembolsos, los operadores simplemente los bloquearon, atrapando efectivamente el capital dentro del sistema.
Consecuencias legales y sentencia
El Primer Tribunal Intermedio Popular de Shanghái declaró culpables a ambos acusados de fraude en la recaudación de fondos. Las penas reflejaron la gravedad del esquema:
Wang: ocho años y seis meses de prisión, además de una multa de 550.000 yuanes
Liu: siete años y dos meses de prisión, además de una multa de 500.000 yuanes
El tribunal ordenó la confiscación de las herramientas y equipos utilizados en el delito, la restitución a las víctimas identificadas y el cumplimiento de obligaciones de pago continuas por cualquier saldo restante.
Implicaciones para la industria
Este caso, ocurrido entre octubre y diciembre de 2023, demuestra por qué la diligencia debida en la recaudación de fondos en cripto nunca ha sido tan crucial. La combinación de activos generados por IA, tecnología blockchain y mecanismos sofisticados en plataformas creó una tormenta perfecta para el engaño. Lo que parecía tecnológicamente avanzado era, en esencia, un esquema de confianza con mecánicas de fraude tradicionales.
Para inversores y reguladores por igual, el caso subraya la necesidad de entender la economía de los tokens, verificar la autenticidad de los activos y reconocer que la tecnología blockchain en sí misma no ofrece protección contra esquemas fraudulentos. A medida que los coleccionables digitales y los activos tokenizados se vuelven cada vez más comunes, distinguir entre innovación legítima en blockchain y elaborados esquemas de recaudación de fondos en cripto sigue siendo fundamental.
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El caso de fraude en coleccionables digitales en China revela un esquema de recaudación de fondos en criptomonedas: activos generados por IA y manipulación de plataformas
Una resolución legal significativa del Primer Tribunal Intermedio Popular de Shanghái ha arrojado luz sobre una elaborada estafa de recaudación de fondos en criptomonedas que involucra coleccionables digitales. El caso contra los acusados Wang y Liu sirve como un recordatorio contundente de las tácticas en constante evolución empleadas en las estafas en blockchain, particularmente aquellas que aprovechan la inteligencia artificial y plataformas de comercio no reguladas.
El esquema: Cómo los activos de IA se convirtieron en vehículos de inversión
El mecanismo de fraude era engañosamente simple pero efectivo. Wang y Liu adquirieron imágenes digitales generadas por IA por apenas 2.888 yuanes a terceros. Estos archivos generados por computadora fueron luego “subidos a una blockchain privada” creada por un servicio externo, transformando instantáneamente archivos digitales de bajo costo en lo que parecía ser coleccionables valiosos basados en blockchain. Este proceso ejemplifica cómo la tecnología puede ser fácilmente utilizada como arma en esquemas de recaudación de fondos en cripto.
Los acusados posteriormente emitieron entre 7.888 y 16.888 coleccionables digitales en su plataforma, valorándolos entre 9,9 y 69,9 yuanes por token. Para los potenciales inversores, estos activos parecían legítimos y valiosos, respaldados por la tecnología blockchain y el atractivo de la propiedad digital.
Creando credibilidad falsa
Para generar confianza con sus víctimas, Wang y Liu emplearon múltiples tácticas de manipulación. Distribuyeron sobres rojos a través de grupos de WeChat, fabricaron afirmaciones sobre tener operaciones en el extranjero y proyectaron una imagen de respaldo financiero sustancial. La promesa de “retorno a mitad de precio con principal garantizado” ofrecía lo que parecía ser una oportunidad de inversión sin riesgo, un clásico sello de las estafas fraudulentas.
Su plataforma contaba con mecanismos sofisticados diseñados para incentivar la inversión continua: “cajas ciegas” (paquetes de coleccionables aleatorios), funciones de “síntesis”, eventos de “airdrop” y oportunidades de “compra prioritaria”. Cada mecanismo fue diseñado para atraer nuevo capital al sistema.
Manipulación del mercado y comercio secundario
El aspecto más insidioso involucraba la manipulación artificial de precios y volúmenes. Wang y Liu participaron en wash trading—comprando y vendiendo coleccionables entre ellos en el mercado secundario para crear la ilusión de actividad genuina y interés orgánico de los inversores. Cuando las víctimas finalmente intentaron liquidar sus holdings, descubrieron que el mercado estaba inflado artificialmente y que sus activos eran prácticamente imposibles de vender.
Cuando inversores desesperados solicitaron reembolsos, los operadores simplemente los bloquearon, atrapando efectivamente el capital dentro del sistema.
Consecuencias legales y sentencia
El Primer Tribunal Intermedio Popular de Shanghái declaró culpables a ambos acusados de fraude en la recaudación de fondos. Las penas reflejaron la gravedad del esquema:
El tribunal ordenó la confiscación de las herramientas y equipos utilizados en el delito, la restitución a las víctimas identificadas y el cumplimiento de obligaciones de pago continuas por cualquier saldo restante.
Implicaciones para la industria
Este caso, ocurrido entre octubre y diciembre de 2023, demuestra por qué la diligencia debida en la recaudación de fondos en cripto nunca ha sido tan crucial. La combinación de activos generados por IA, tecnología blockchain y mecanismos sofisticados en plataformas creó una tormenta perfecta para el engaño. Lo que parecía tecnológicamente avanzado era, en esencia, un esquema de confianza con mecánicas de fraude tradicionales.
Para inversores y reguladores por igual, el caso subraya la necesidad de entender la economía de los tokens, verificar la autenticidad de los activos y reconocer que la tecnología blockchain en sí misma no ofrece protección contra esquemas fraudulentos. A medida que los coleccionables digitales y los activos tokenizados se vuelven cada vez más comunes, distinguir entre innovación legítima en blockchain y elaborados esquemas de recaudación de fondos en cripto sigue siendo fundamental.