En una era donde el dinero caliente y las burbujas van de la mano, todos deben desarrollar un ojo para reconocer a las personas.
Después de tantos años en el campo de las criptomonedas, he visto demasiados proyectos que van desde «revolucionar la industria» hasta «volver a cero» por completo. Cada vez que alguien me muestra un whitepaper impresionante y me pregunta si debería comprar, siempre respondo con otra pregunta: ¿a quién realmente le resuelve este token?
Hoy quiero hablar de un sistema de evaluación que he desarrollado por mí mismo. Para ser claro, no es ninguna fórmula mágica, sino una guía práctica para ayudarte a evitar trampas.
**Mi marco de validación en tres dimensiones**
**Dimensión uno: ¿La tecnología realmente encaja con el escenario?**
El mayor error está aquí: tener tecnología avanzada no significa que la usen. He visto demasiados proyectos que se jactan de su innovación tecnológica, pero en la cadena no hay ni un solo usuario real.
Mi método es simple: comparar en paralelo los indicadores tecnológicos con la adecuación al escenario real. Hago tres preguntas específicas:
¿Esta tecnología realmente satisface una necesidad urgente en alguna industria? Por ejemplo, un proyecto de pagos transfronterizos, ¿puede superar a SWIFT en velocidad de transacción? ¿Sus tarifas son claramente más bajas? Si los indicadores clave no superan a las soluciones tradicionales o a productos similares, entonces el escenario de aplicación en sí mismo debe ser visto con cautela.
Los datos en la cadena hablan por sí mismos—no te dejes llevar solo por las promesas del proyecto. Un juego que afirma tener decenas de miles de usuarios activos, pero solo tiene unas pocas transacciones diarias, es una señal de alarma. Ver las transacciones reales en la cadena es mucho más confiable que leer noticias de financiamiento.
¿Cómo es la retención de usuarios? Si hay muchos usuarios nuevos, pero la cantidad de usuarios activos mensuales se reduce, ¿qué significa eso? Por muy impresionante que sea la tecnología, si no logra mantener a los usuarios, el escenario en sí mismo no es una necesidad real.
**Dimensión dos: ¿El modelo económico es coherente?**
Muchos tokens están diseñados como una especie de «pasar la flor»—solo para ganar dinero rápido, pero su lógica a largo plazo no aguanta. Evalúa tres aspectos: distribución de liquidez, ciclo de liberación y demanda real.
La mayor parte del token está en manos del equipo, con rondas de financiamiento privado, asesores, fondos ecológicos… hay muchas formas, pero en realidad, solo una pequeña parte llega al mercado. Bajo este diseño, el precio solo puede ser manipulado por los operadores, sin un respaldo real de aplicación.
El calendario de liberación es aún más importante. Si todo se desbloquea en tres meses y el equipo junto con los inversores iniciales empiezan a vender en ese momento, los pequeños inversores se quedan con las manos vacías. Los proyectos con potencial real suelen tener ciclos de liberación de más de 3 años, lo que indica confianza del equipo.
**Dimensión tres: ¿Cómo se ve la competencia?**
No todos los sectores valen la pena. Algunos ya tienen proyectos líderes que dominan la mayor parte de los usuarios, y los que llegan después, por muy fuertes que sean, solo acompañan.
Pregúntate: ¿en qué es realmente mejor este nuevo proyecto respecto a las soluciones existentes? ¿Es un 10% más rápido o un 5% más barato en tarifas? Eso no basta. Tiene que ser un avance cualitativo—por ejemplo, un cambio de centralización a descentralización—para atraer una migración masiva.
Revisa la construcción del ecosistema. ¿Hay verdaderos socios y colaboraciones? ¿O solo promesas en el whitepaper? La implementación de escenarios reales no se logra solo con un proyecto que hace todo por su cuenta.
**En conclusión**
Con esta estructura, te darás cuenta de que el 99% de los proyectos que se autodenominan «el próximo Ethereum» no tienen fundamentos sólidos. No digo que todos sean estafas, pero la mayoría carece de escenarios de aplicación reales que los respalden.
En el mercado de criptomonedas, lo más valioso no son las promesas en el whitepaper, sino los datos reales en la cadena, la participación continua de los usuarios y la capacidad de sobrevivir en la competencia.
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FloorSweeper
· hace8h
honestamente, toda esa cosa de "framework" es solo métricas en cadena que realmente importan jaja... todos ya saben esto pero siguen haciendo FOMO en basura de todos modos
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ProveMyZK
· hace8h
Los datos en la cadena no mienten, los libros blancos son papel de desecho.
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Honestamente, el 99% de los proyectos son solo una fachada para recaudar fondos.
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¿Las actividades mensuales están en caída? No importa cuánto lo alabes, simplemente pasa.
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No miro proyectos con un ciclo de liberación de tres meses, eso es una advertencia clara de dumping.
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¿Todos los socios ecológicos están escritos en el libro blanco? Entonces ya sé cómo jugar.
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Por muy fuerte que sea la tecnología, sin usuarios reales es una tontería, demasiadas personas todavía no lo entienden.
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Siempre es lo mismo: recaudación, alarde, dumping, volver a cero. ¿Cuándo terminará este ciclo?
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¿Las tarifas en comparación con SWIFT siguen siendo un 30% más caras? Entonces no hace falta que lo mires.
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La forma más rápida de evaluar un proyecto es mirando los datos en la cadena, todo lo demás es falso.
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La capacidad de juzgar a las personas hay que desarrollarla uno mismo, las palabras de otros no valen, los datos hablan.
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metaverse_hermit
· hace9h
Otra vez lo mismo, los datos en la cadena son la verdad, el libro blanco es pura literatura de fantasía
En una era donde el dinero caliente y las burbujas van de la mano, todos deben desarrollar un ojo para reconocer a las personas.
Después de tantos años en el campo de las criptomonedas, he visto demasiados proyectos que van desde «revolucionar la industria» hasta «volver a cero» por completo. Cada vez que alguien me muestra un whitepaper impresionante y me pregunta si debería comprar, siempre respondo con otra pregunta: ¿a quién realmente le resuelve este token?
Hoy quiero hablar de un sistema de evaluación que he desarrollado por mí mismo. Para ser claro, no es ninguna fórmula mágica, sino una guía práctica para ayudarte a evitar trampas.
**Mi marco de validación en tres dimensiones**
**Dimensión uno: ¿La tecnología realmente encaja con el escenario?**
El mayor error está aquí: tener tecnología avanzada no significa que la usen. He visto demasiados proyectos que se jactan de su innovación tecnológica, pero en la cadena no hay ni un solo usuario real.
Mi método es simple: comparar en paralelo los indicadores tecnológicos con la adecuación al escenario real. Hago tres preguntas específicas:
¿Esta tecnología realmente satisface una necesidad urgente en alguna industria? Por ejemplo, un proyecto de pagos transfronterizos, ¿puede superar a SWIFT en velocidad de transacción? ¿Sus tarifas son claramente más bajas? Si los indicadores clave no superan a las soluciones tradicionales o a productos similares, entonces el escenario de aplicación en sí mismo debe ser visto con cautela.
Los datos en la cadena hablan por sí mismos—no te dejes llevar solo por las promesas del proyecto. Un juego que afirma tener decenas de miles de usuarios activos, pero solo tiene unas pocas transacciones diarias, es una señal de alarma. Ver las transacciones reales en la cadena es mucho más confiable que leer noticias de financiamiento.
¿Cómo es la retención de usuarios? Si hay muchos usuarios nuevos, pero la cantidad de usuarios activos mensuales se reduce, ¿qué significa eso? Por muy impresionante que sea la tecnología, si no logra mantener a los usuarios, el escenario en sí mismo no es una necesidad real.
**Dimensión dos: ¿El modelo económico es coherente?**
Muchos tokens están diseñados como una especie de «pasar la flor»—solo para ganar dinero rápido, pero su lógica a largo plazo no aguanta. Evalúa tres aspectos: distribución de liquidez, ciclo de liberación y demanda real.
La mayor parte del token está en manos del equipo, con rondas de financiamiento privado, asesores, fondos ecológicos… hay muchas formas, pero en realidad, solo una pequeña parte llega al mercado. Bajo este diseño, el precio solo puede ser manipulado por los operadores, sin un respaldo real de aplicación.
El calendario de liberación es aún más importante. Si todo se desbloquea en tres meses y el equipo junto con los inversores iniciales empiezan a vender en ese momento, los pequeños inversores se quedan con las manos vacías. Los proyectos con potencial real suelen tener ciclos de liberación de más de 3 años, lo que indica confianza del equipo.
**Dimensión tres: ¿Cómo se ve la competencia?**
No todos los sectores valen la pena. Algunos ya tienen proyectos líderes que dominan la mayor parte de los usuarios, y los que llegan después, por muy fuertes que sean, solo acompañan.
Pregúntate: ¿en qué es realmente mejor este nuevo proyecto respecto a las soluciones existentes? ¿Es un 10% más rápido o un 5% más barato en tarifas? Eso no basta. Tiene que ser un avance cualitativo—por ejemplo, un cambio de centralización a descentralización—para atraer una migración masiva.
Revisa la construcción del ecosistema. ¿Hay verdaderos socios y colaboraciones? ¿O solo promesas en el whitepaper? La implementación de escenarios reales no se logra solo con un proyecto que hace todo por su cuenta.
**En conclusión**
Con esta estructura, te darás cuenta de que el 99% de los proyectos que se autodenominan «el próximo Ethereum» no tienen fundamentos sólidos. No digo que todos sean estafas, pero la mayoría carece de escenarios de aplicación reales que los respalden.
En el mercado de criptomonedas, lo más valioso no son las promesas en el whitepaper, sino los datos reales en la cadena, la participación continua de los usuarios y la capacidad de sobrevivir en la competencia.