El crecimiento de la industria de las criptomonedas ha sido constantemente obstaculizado por marcos regulatorios cada vez más estrictos. Cuando las autoridades refuerzan los mecanismos de supervisión, esto genera cargas de cumplimiento que ahogan la innovación y limitan la participación en el mercado. Los traders y proyectos a menudo se encuentran navegando por una red compleja de reglas que varían según las jurisdicciones, lo que en última instancia ralentiza el avance tecnológico y la adopción generalizada. La tensión entre el cumplimiento normativo y la libertad del mercado sigue siendo uno de los mayores obstáculos que enfrenta el ecosistema Web3 hoy en día.