Tras caer un 40% desde el pico de octubre, muchas personas piensan que este ciclo alcista ha llegado a su fin. Pero los datos en cadena revelan otra historia.

Los acumuladores a largo plazo (comúnmente conocidos como «manos de diamante») finalmente han dejado de vender. Esta es la primera vez desde julio de este año. En los últimos 30 días, la oferta de estos grandes tenedores ha aumentado en más de 10,000 monedas, pasando a un estado de acumulación neta. Suena sutil, pero la cadena lógica detrás es bastante sólida:

La mayor fuente de presión vendedora anual está disminuyendo. Las reservas de Bitcoin en los exchanges han caído a un mínimo de 2.75 millones de monedas. Al mismo tiempo, los inversores institucionales han estado construyendo posiciones de manera frenética en el Q4, comprando en unos pocos meses unas 42,000 monedas. Según datos históricos, cuando los acumuladores a largo plazo cambian de vender a acumular, suele marcar el fin de un período de ajuste y el preludio de una nueva ola alcista.

El precio actual fluctúa alrededor de 87,131 dólares (al 30 de diciembre). Con una oferta cada vez más ajustada, siempre que haya signos de recuperación en el mercado de fondos —como una entrada acelerada en los ETF de spot o que las instituciones sigan aumentando sus posiciones— no sería imposible volver a probar el rango de 100,000 a 110,000 dólares a corto plazo.

Los débiles ya han salido, los fuertes están haciendo movimientos. No te apresures a liquidar tus posiciones, la verdadera explosión podría llegar en 2026.