Hace tiempo, BitTorrent revolucionó por completo la forma de compartir archivos con su red P2P descentralizada más grande del mundo: velocidades de descarga vertiginosas y una eficiencia asombrosa. ¿Qué tan grande es esta red? Más de 100 millones de usuarios activos, con más de 10 mil millones de dispositivos instalados, que ya se han convertido en una infraestructura fundamental de Internet.

El punto de inflexión llegó. En julio de 2018, TRON adquirió con éxito BitTorrent y toda su línea de productos. El significado de esta operación no solo fue una adquisición tecnológica, sino que abrió nuevas posibilidades para la distribución de contenido descentralizado. Tras la incorporación de la tecnología blockchain, BitTorrent dejó de ser solo una herramienta de descarga para convertirse en una pieza clave del ecosistema Web3.

Imagina esto: cuando la red P2P se combina con los mecanismos de incentivo de blockchain, y cuando la descentralización se implementa realmente en la distribución de archivos, ¿qué tipo de reacciones químicas se producirán en la participación de los usuarios y en la eficiencia de la red? Esa es la dirección que BitTorrent busca explorar en esta nueva era. Desde un punto de vista técnico, esta fusión representa un microcosmos de la evolución de Internet, pasando de un modelo centralizado a uno descentralizado.