De madrugada, amigos me preguntaban uno tras otro: "¿ORDI subió un 20% en la apertura de ayer, no me atreví a moverme, luego cayó un 15% al mediodía y al atardecer rebotó un 25%, ¿está jugando conmigo esta moneda?"

Mi respuesta es muy sencilla: no es problema de la moneda, es que la has puesto en el lugar equivocado.

Llevo casi 7 años en este mundo, y he visto a demasiadas personas lidiar con monedas de alta volatilidad de manera muy agresiva, solo para terminar en un esfuerzo en vano. El problema no es que la moneda sea mala en sí misma, sino que la estrategia de trading está desajustada. Para ser franco, monedas como ORDI que fluctúan más del 20% diario, en un exchange y en una wallet de custodia propia, suelen tener resultados muy diferentes.

**¿Qué tan grande es la tentación en un exchange?**

Piensa, ¿qué es un exchange? Es como si te llenaran la pantalla de botones de "trading rápido". Cuando el precio se mueve, la pantalla te alerta y con un toque se ejecuta la orden. Este mecanismo en sí mismo va en contra de tu naturaleza humana: hoy ves un aumento del 10% y quieres vender para hacer arbitraje, por la tarde cae un 12% y te asustas y vendes rápidamente. Entrar y salir varias veces en un día no solo te come las comisiones, sino que también te lleva a un ciclo de comprar en alza y vender en baja, con todo lo que eso implica.

Pero en una wallet de custodia propia, la experiencia es completamente diferente. Para transferir monedas, tienes que ingresar manualmente la dirección del destinatario y decidir si el Gas es conveniente, todo el proceso es lento y tedioso. Esta "molestia" en realidad te obliga a pensar con calma, en lugar de estar atado a los números en la pantalla.

**¿Qué pasa en la práctica?**

El año pasado, cuando ORDI cayó de más de 120 a 60 dólares, mis monedas estaban en una wallet de custodia propia. Para vender, tenía que hacer todo un proceso de media hora, así que simplemente lo dejé así. ¿Y qué pasó después? Luego rebotó hasta 150 dólares, y en varias ocasiones tomé ganancias parciales, ganando mucho más que aquellos que operan frecuentemente en un exchange.

La diferencia es clara: la misma moneda, diferentes lugares de almacenamiento, resultados completamente opuestos. Los exchanges te ofrecen muchas tentaciones de operar, mientras que una wallet te da tiempo para pensar. Para monedas con tanta volatilidad como ORDI, la segunda opción suele ser más rentable.