El oro subió un 50% en medio año, tú lo miras con desdén y dices que eso es cosa de ancianos. La plata fue aún más rápida, subiendo un 50% en un mes, tú frunces el ceño y piensas que esa velocidad todavía no es suficiente. El platino empezó a mostrar fuerza, con un aumento del 50% en una semana, y de repente te sientes un poco inquieto. El paladio es aún más loco, con un aumento del 50% en tres días, y todavía no te has dado cuenta. Al final, incluso el estaño, un producto insignificante en la calle, puede subir un 50% en un día. Este año, parece que no hemos perdido ante el tiempo ni ante la inflación, pero este ritmo y nivel de estímulo hacen que mucha gente comience a cuestionarse si realmente pueden seguir el ritmo. El mercado está cambiando, y también la mentalidad.