Hoy, el repunte de la mañana se debe principalmente a la reacción en cadena provocada por la caída del oro y la plata. Bajo el efecto de las vacaciones, la liquidez del mercado es escasa y actualmente todos los activos carecen de una dirección clara.

En cuanto a las operaciones con BTC y Ethereum, la idea sigue siendo la misma de antes a corto plazo: lo fundamental es si pueden mantenerse firmes en los niveles de 2900 y 2750. Si se mantienen, se continúa con la tendencia alcista. Por otro lado, aunque el nivel de 3050 ha alcanzado un nuevo máximo, el volumen no acompaña, y el movimiento de subida parece débil, por lo que abrir posiciones en corto puede ser más oportuno. En paralelo, para BTC, la línea de 9.05 puede considerarse para hacer cortos, y si retrocede a 8.65 o 8.4, se puede pensar en posiciones largas.

En un marco temporal más largo, la situación se complica. Supongamos que el rendimiento de los bonos del Tesoro de EE. UU. entra en una tendencia bajista el próximo año, mientras que el dólar continúa fortaleciéndose pero la política empieza a perder fuerza, entonces existe un riesgo real de una caída generalizada en el mercado. Sin embargo, BTC tiene un comportamiento algo especial: si el flujo de fondos regresa al mercado de metales preciosos y considerando que su precio aún está relativamente subestimado, su tendencia podría desvincularse del mercado en general y seguir una trayectoria independiente. La gran duda ahora mismo es en qué dirección se moverá, si al alza o a la baja, y eso realmente no es fácil de predecir.