Aquellos legendarios traders que se hicieron famosos durante la crisis de las hipotecas subprime en 2008 (Danny Moses, Vinny Daniel, Porter Collins) han compartido recientemente sus perspectivas sobre la economía global en 2026, y su análisis sigue siendo tan directo y preciso como siempre.

La conclusión principal es sencilla: seguir siendo bajistas con respecto al dólar y mantener una postura firme en el oro.

¿Y qué dicen ellos? La reciente subida de las acciones estadounidenses y de Bitcoin se debe principalmente a la historia de la IA, con fondos concentrados en unos pocos sectores. Si los fondos de inversión cambian de rumbo, podría producirse una estampida en cuestión de minutos. El problema más profundo radica en el propio dólar: el descontrol de la deuda estadounidense, la creciente complejidad de la geopolítica, y el continuo gasto gubernamental, todo ello está erosionando la posición del dólar como reserva mundial. En comparación, el oro es mucho más estable. Por mucho que el mundo se agite, el oro como ancla de valor y primer activo de reserva nunca ha cambiado. En tiempos de caos económico, la tendencia alcista del oro es prácticamente imparable.

Esto refleja un fenómeno interesante: los minoristas todavía están locos por la IA y el mercado de valores, mientras que las instituciones están silenciosamente deshaciéndose del dólar y acumulando oro.

¿Y si tienen razón? Eso significaría que los grandes capitales globales podrían tener que reevaluar su asignación de activos. Para el mercado de criptomonedas, que depende en gran medida del flujo global de dólares, esto podría suponer un entorno externo más severo. Bitcoin y los activos criptográficos necesitan, bajo esta presión macroeconómica, encontrar nuevas lógicas de crecimiento y narrativas de mercado.