Cada vez que Bitcoin experimenta una gran fluctuación, con precios subiendo y bajando, el mercado se vuelve un caos. Muchos comienzan a entrar en pánico, y proliferan análisis alarmistas por todas partes.

En realidad, desde principios de diciembre se ha insistido una y otra vez en que el mercado tendría altibajos, y el 23 de este mes se volvió a recordar. Pero los inversores parecen hacerse los sordos — los principales analistas ya han dicho que no habrá grandes movimientos por el momento, pero en los grupos se les cuestiona: "¿No tienen ustedes una capacidad de juicio profesional que está fallando?".

El resultado es este: mientras otros vuelven de un viaje de una semana sintiéndose renovados, algunos solo duermen dos horas al día para estar atentos al mercado, y en una semana las ojeras ya están de vuelta. Comprar en máximos, vender en mínimos, sobreoperar, dormir poco — este es el precio de prestar demasiada atención al mercado.

Las reglas de la volatilidad de BTC están claras, pero las debilidades psicológicas humanas suelen ser más difíciles de manejar que las fluctuaciones del mercado.