¿Al final del año, qué es lo que más quieres aferrar con fuerza? ¿Posiciones, cabello, novia o peso?

Esta pregunta es divertida, pero cuando se trata de HODL en dinero real, la situación se complica.

Desde que Bitcoin alcanzó su pico en octubre en $126K, ha corregido un 30% y ahora oscila en torno a los 9x. Debería haber un rebote navideño (Santa Rally), ¿verdad? Pero, ¿qué pasa? El volumen de operaciones es escaso y no hay grandes movimientos. La popularidad en búsquedas del mercado ha caído a niveles cercanos a los mínimos del año, con un índice de calor de 26, lo que indica que los minoristas realmente ya no están tan interesados. Cada vez hay menos personas en las redes sociales preguntando por el precio de las criptomonedas.

Este año ha sido un golpe a la confianza de los minoristas — la polémica de los aranceles en abril, el colapso de $20B en octubre, y una serie de caídas en los memecoins. Estas cosas han apagado el entusiasmo de muchos. Bitcoin muestra un crecimiento débil, pero los fondos no están ociosos.

Mirando el mercado de metales preciosos, se entiende mejor. El oro ha superado los $4500, alcanzando un nuevo máximo, con un aumento anual del 70%. La plata ha sido aún más fuerte, rompiendo los $70, con un aumento del 140-160% en todo el año. La historia del "oro digital" de repente ya no es tan atractiva, y el FOMO de los inversores se ha dirigido completamente hacia activos tradicionales de refugio. La rotación de activos es muy clara: cuando el mercado de criptomonedas carece de señales de crecimiento y la aversión al riesgo aumenta, el dinero naturalmente se dirige a lugares más seguros.