Cuando ese juego de criar ranas fue un éxito en toda la red, ¿quién podría imaginar que después de 6 años, el hijo de la rana también entraría en el mercado de criptomonedas siguiendo la tendencia? De la cálida compañía de enviar postales a la evolución actual, donde se convierte en un "asesor de inversiones" que aparece en las tendencias con un token — este cambio es un poco salvaje.

El juego en sí tocaba en realidad la contradicción central de la generación actual. Sentados en nuestras oficinas en cubículos, fingimos estar ocupados mientras en nuestra mente viajamos sin límites. Esa sensación de "pensar en el lejano, atrapados en el mismo lugar", puede ser perfectamente representada por una rana. Ahora, esa rana también lleva atributos de token, como si preguntara: si tú también sigues la tendencia de especular con ella, ¿qué pasa con tu cartera?

La parte más divertida de las memecoins es que nunca se sabe si estás jugando con un meme o invirtiendo en serio. Algunos entran con la esperanza de tener "manos de diamante", pensando en aprovechar toda la ganancia en una sola ola. ¿Y qué pasa? El mercado no es tan suave. Por muy alta que esté la tendencia del token, no puede resistir la avaricia y el pánico humanos.

La popularidad de esta ola de monedas de rana refleja el ciclo eterno del mercado de memecoins: cada vez que aparece un nuevo concepto, puede generar una nueva ola.