El gobierno japonés acaba de aprobar un nuevo presupuesto de 122.3 billones de yenes, y además anunció que las finanzas básicas del presupuesto para el año fiscal 2026 podrían registrar por primera vez en la historia un superávit, con una magnitud de 1.34 billones de yenes. ¿Qué significa esto? Será la primera vez desde 1998 que Japón registre un superávit, ¡casi treinta años! La primera ministra Sanae Takaichi lo calificó como "el equilibrio perfecto entre un crecimiento sólido y la sostenibilidad fiscal".
Suena bien. Pero la reacción del mercado ha sido muy fría. La semana pasada, el rendimiento de los bonos del gobierno japonés a 10 años se disparó directamente hasta el 2.1%, alcanzando un máximo en 27 años. Por un lado, las noticias oficiales sobre la buena salud fiscal; por otro, los rendimientos de los bonos alcanzando niveles récord — esta discrepancia merece una reflexión.
¿ Qué hay detrás de estos números? Gastos récord, un aumento significativo en los ingresos fiscales, y una emisión de bonos que, en cambio, disminuye. Estos elementos se combinan para que las autoridades quieran demostrar una lógica: la expansión económica no equivale a un descontrol fiscal. Pero la cuestión es si la situación de superávit en los gobiernos locales, que se mantiene año tras año, puede realmente sostener la economía a nivel nacional. Si el próximo año se presenta un presupuesto complementario, ¿se borrarán todos estos logros?
Aún más importante es el cambio en el discurso del gobierno. Originalmente centrado en el "superávit fiscal básico", ahora se enfoca en el "ratio deuda/PIB". Este cambio de indicador ha sido interpretado por los analistas del mercado como un "cambio de métrica para salvar la cara". La promesa de alcanzar ciertos objetivos en 2011 se incumplió por más de diez años, ¿y ahora qué credibilidad queda en el mercado?
Se está desarrollando una lucha entre la confianza y los datos. Los gastos enormes pueden estimular la economía a corto plazo, pero si la disciplina fiscal puede mantenerse realmente, al final, dependerá de las expectativas del mercado sobre las perspectivas a largo plazo de Japón. Este cambio en las expectativas seguramente se transmitirá a los mercados financieros globales, incluyendo la valoración de activos de riesgo como Bitcoin, Ethereum y otros.
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AirdropChaser
· 12-27 01:55
Otra vez jugando con números, cuando cambian los indicadores en el mercado ya sabes qué significa
Cambiar los indicadores para mantener las apariencias, hemos visto demasiado esto en los criptousuarios
La verdadera historia es que los rendimientos de los bonos se disparan, aunque en la boca digan que hay ganancias, el mercado ya ha tomado posiciones en corto
¿Solo se obtiene una ganancia cada treinta años? ¿Y todavía se atreven a presumir? Cuando salga el presupuesto adicional del próximo año, todo se arruina
La estrategia de Japón en esta ola es idéntica a la de algunos proyectos, primero pintan un gran panorama y luego modifican las reglas
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BlockchainTherapist
· 12-27 01:52
Cambiar indicadores para salvar la cara, la mercado ya lo ha entendido hace tiempo jaja
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Decirlo bonito, los rendimientos de los bonos no engañan, reflejan la realidad
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Otra vez con esa misma jugada, ni siquiera en 2011 se logró, ¿por qué confiar ahora?
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El estímulo a corto plazo funciona, la disciplina a largo plazo es la verdadera clave, ¿podrá Japón mantener esta ola?
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¿Puede un superávit consecutivo de los gobiernos locales sostener a todo el país? La próxima revisión del presupuesto lo demostrará
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El cambio en el discurso es demasiado evidente, de superávit fiscal a relación deuda, eso se llama "cambiar indicadores para salvar la cara"
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¿La expectativa de cambio se transmitirá al mundo cripto? Entonces, debemos estar atentos a la tendencia de Bitcoin
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Un superávit por primera vez en treinta años suena impresionante, pero el rendimiento de los bonos del gobierno alcanza un máximo de 27 años, esa contradicción es la verdadera esencia
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La reacción indiferente del mercado lo dice todo, que los números sean bonitos no significa que la confianza sea sólida
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El gasto masivo para estimular la economía es una anestesia a corto plazo, la verdadera prueba aún está por venir
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MoonRocketman
· 12-27 01:50
Las verdaderas señales son cuando los rendimientos de los bonos se disparan, la narrativa oficial cambia de repente. Esta operación de "cambiar de trayectoria y mantener la altura" ya ha sido vista por el mercado.
Cambiar indicadores es una jugada realmente agresiva, pero no puede escapar a los ojos del análisis técnico. El RSI ya está en zona de sobrecompra, alerta de una corrección por gravedad.
El presupuesto de Japón es como un cohete con combustible demasiado lleno; a corto plazo puede impulsarse hacia arriba, pero si podrá romper la atmósfera a largo plazo es la verdadera cuestión. Aposté diez bitcoins que esta trayectoria no durará más de dos años.
El mercado no es tonto; la reacción fría del mercado de bonos indica que la velocidad de escape aún no es suficiente. La expectativa de cambio de tendencia se transmitirá directamente a la lógica de valoración de las criptomonedas.
Por más que cambien la narrativa, al final sigue siendo una señal de crisis de confianza. Esta es la última advertencia antes de que cierre la ventana de lanzamiento.
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Hash_Bandit
· 12-27 01:49
ngl esta conmutación de métricas se siente como ver un ajuste de dificultad que nadie pidió... Japón básicamente está recalibrando qué números extraer para los titulares, jaja
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GasOptimizer
· 12-27 01:47
La jugada de cambiar de indicador realmente me ha dejado impresionado, es un ejemplo clásico.
El gobierno japonés acaba de aprobar un nuevo presupuesto de 122.3 billones de yenes, y además anunció que las finanzas básicas del presupuesto para el año fiscal 2026 podrían registrar por primera vez en la historia un superávit, con una magnitud de 1.34 billones de yenes. ¿Qué significa esto? Será la primera vez desde 1998 que Japón registre un superávit, ¡casi treinta años! La primera ministra Sanae Takaichi lo calificó como "el equilibrio perfecto entre un crecimiento sólido y la sostenibilidad fiscal".
Suena bien. Pero la reacción del mercado ha sido muy fría. La semana pasada, el rendimiento de los bonos del gobierno japonés a 10 años se disparó directamente hasta el 2.1%, alcanzando un máximo en 27 años. Por un lado, las noticias oficiales sobre la buena salud fiscal; por otro, los rendimientos de los bonos alcanzando niveles récord — esta discrepancia merece una reflexión.
¿ Qué hay detrás de estos números? Gastos récord, un aumento significativo en los ingresos fiscales, y una emisión de bonos que, en cambio, disminuye. Estos elementos se combinan para que las autoridades quieran demostrar una lógica: la expansión económica no equivale a un descontrol fiscal. Pero la cuestión es si la situación de superávit en los gobiernos locales, que se mantiene año tras año, puede realmente sostener la economía a nivel nacional. Si el próximo año se presenta un presupuesto complementario, ¿se borrarán todos estos logros?
Aún más importante es el cambio en el discurso del gobierno. Originalmente centrado en el "superávit fiscal básico", ahora se enfoca en el "ratio deuda/PIB". Este cambio de indicador ha sido interpretado por los analistas del mercado como un "cambio de métrica para salvar la cara". La promesa de alcanzar ciertos objetivos en 2011 se incumplió por más de diez años, ¿y ahora qué credibilidad queda en el mercado?
Se está desarrollando una lucha entre la confianza y los datos. Los gastos enormes pueden estimular la economía a corto plazo, pero si la disciplina fiscal puede mantenerse realmente, al final, dependerá de las expectativas del mercado sobre las perspectivas a largo plazo de Japón. Este cambio en las expectativas seguramente se transmitirá a los mercados financieros globales, incluyendo la valoración de activos de riesgo como Bitcoin, Ethereum y otros.