Un inversor de renombre que ganó fama durante la crisis financiera de 2008 ha reaparecido con una postura audaz sobre los mercados de criptomonedas. Recientemente sugirió que Bitcoin carece de valor intrínseco, estableciendo paralelismos con uno de los episodios especulativos más infames de la historia: la tulipomanía holandesa del siglo XVII. La comparación resalta el debate en curso dentro de los círculos de inversión sobre si los activos digitales poseen una base económica genuina o si prosperan principalmente por el impulso especulativo. Esta perspectiva subraya el escepticismo persistente entre las voces de las finanzas tradicionales respecto a las valoraciones de las criptomonedas, particularmente a medida que Bitcoin continúa su trayectoria volátil en el mercado.