"Mucho tiempo después, conocí a una persona muy interesante, que me habló del Tao natural, del I Ching y sus seis líneas, de la circulación del Feng Shui. Me dijo que el camino cercano no tiene demonios, que cultivar la verdad tiene su parte, pero que quienes no tienen una mente firme en el Tao son muchos.
Le pregunté qué era el destino fijo, y me dijo que todo lo que ves y encuentras es una elección tuya; si te dieran otra oportunidad de empezar de nuevo, seguirías eligiendo lo mismo. Me explicó que es parte del destino también espiar la voluntad del cielo; que cuando crees haber encontrado la respuesta, en realidad, una y otra vez, esa es la respuesta final que el cielo te da. Le pregunté, si llegamos con las manos vacías y nos vamos con las manos vacías, ¿cuál es el significado de esta vida? Él dijo que precisamente porque no podemos poseer nada, todo en el presente se vuelve valioso. Ríe con ganas cuando puedas, llora con intensidad cuando puedas, ama con todo tu corazón cuando puedas. No es necesario exigir que todo sea perfecto, solo dar lo mejor y disfrutar del momento. Le dije que la gente en la multitud es muy ruidosa, que los corazones son muy complicados. Él dijo que desde hace tiempo ha despojado a este mundo de su encanto, que vivir es simplemente seguir el flujo del mercado, sobrevivir por suerte, sin seguir ciegamente la corriente, sin buscar agradar a toda costa, manteniendo una suavidad y distancia justas, siendo un "verdadero humano", sin que la intención se quede atrapada en la forma, ni la forma sirva a la intención, esa es la mejor condición. Le pregunté si debería buscar un amor apasionado. Él dijo que el amor en sí mismo es un problema sin solución, que cuando la gente es ingenua, da sentimientos sinceros y egoístas, y cada movimiento del otro puede hacerte sentir olas y mareas. Ese tipo de amor seguramente será turbio y caótico. Pero con la experiencia, uno aprende a sopesar los pros y los contras, y ya no se lanza ciegamente a la corriente del amor. Entonces, ¿qué es el amor? El amor es cambiante en un instante, porque todos estamos en constante cambio. Él dijo que las relaciones duraderas no dependen del amor, sino de la buena voluntad mutua, de la sensación constante de deuda. El mundo es bullicioso y lleno de oportunidades, y los encuentros sorprendentes florecen en segundos. Finalmente entendí: la verdadera comprensión a veces no depende de entender con la mente, sino de que fuerzas externas me empujen a ver la verdad. Después del caos, llega la claridad; tras la turbulencia, aparece la verdad. Yo lucho conmigo mismo, y al final, solo soy yo."
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"Mucho tiempo después, conocí a una persona muy interesante, que me habló del Tao natural, del I Ching y sus seis líneas, de la circulación del Feng Shui. Me dijo que el camino cercano no tiene demonios, que cultivar la verdad tiene su parte, pero que quienes no tienen una mente firme en el Tao son muchos.
Le pregunté qué era el destino fijo, y me dijo que todo lo que ves y encuentras es una elección tuya; si te dieran otra oportunidad de empezar de nuevo, seguirías eligiendo lo mismo.
Me explicó que es parte del destino también espiar la voluntad del cielo; que cuando crees haber encontrado la respuesta, en realidad, una y otra vez, esa es la respuesta final que el cielo te da. Le pregunté, si llegamos con las manos vacías y nos vamos con las manos vacías, ¿cuál es el significado de esta vida? Él dijo que precisamente porque no podemos poseer nada, todo en el presente se vuelve valioso. Ríe con ganas cuando puedas, llora con intensidad cuando puedas, ama con todo tu corazón cuando puedas. No es necesario exigir que todo sea perfecto, solo dar lo mejor y disfrutar del momento.
Le dije que la gente en la multitud es muy ruidosa, que los corazones son muy complicados. Él dijo que desde hace tiempo ha despojado a este mundo de su encanto, que vivir es simplemente seguir el flujo del mercado, sobrevivir por suerte, sin seguir ciegamente la corriente, sin buscar agradar a toda costa, manteniendo una suavidad y distancia justas, siendo un "verdadero humano", sin que la intención se quede atrapada en la forma, ni la forma sirva a la intención, esa es la mejor condición. Le pregunté si debería buscar un amor apasionado. Él dijo que el amor en sí mismo es un problema sin solución, que cuando la gente es ingenua, da sentimientos sinceros y egoístas, y cada movimiento del otro puede hacerte sentir olas y mareas. Ese tipo de amor seguramente será turbio y caótico. Pero con la experiencia, uno aprende a sopesar los pros y los contras, y ya no se lanza ciegamente a la corriente del amor. Entonces, ¿qué es el amor? El amor es cambiante en un instante, porque todos estamos en constante cambio. Él dijo que las relaciones duraderas no dependen del amor, sino de la buena voluntad mutua, de la sensación constante de deuda.
El mundo es bullicioso y lleno de oportunidades, y los encuentros sorprendentes florecen en segundos. Finalmente entendí: la verdadera comprensión a veces no depende de entender con la mente, sino de que fuerzas externas me empujen a ver la verdad.
Después del caos, llega la claridad; tras la turbulencia, aparece la verdad. Yo lucho conmigo mismo, y al final, solo soy yo."