#加密货币监管政策 La noche previa a Navidad observando las monedas nativas de EE. UU., me ha vuelto a venir a la mente la escena de la bull run de 2017. En ese entonces, ADA, XLM, LTC y otros proyectos aún contaban historias muy diferentes, pero la lógica central nunca cambió: cuando la liquidez se agota, toda la estructura técnica revela la verdad.
Bajo la apariencia de estabilidad de esta semana, en realidad se esconden presiones acumulándose. ADA ya ha roto la figura de banderín bajista, con una caída mensual superior al 27%, lo que me recuerda la confirmación técnica a finales de 2018. En ese momento, muchos aún discutían sobre los fundamentos, pero el precio ya había dado su veredicto con acciones. Ahora, si se pierde el soporte en 0.370 dólares, la caída hasta 0.259 dólares tiene una base geométrica suficiente. La historia nos dice que en estos momentos suele ser cuando más se pone a prueba la mentalidad de los holders.
La divergencia bajista oculta en XLM es aún más interesante: los poseedores de RWA aumentan, pero el valor total de los activos en la red disminuye. He visto muchas situaciones así, que suelen indicar que los nuevos entrantes están comprando en la misma medida que los vendedores existentes. Si se rompe la línea de 0.231 dólares, la resistencia a la recuperación está en 0.262 dólares. Para romper esta estructura, se necesita un aumento del 10%, lo cual no es fácil en un mercado con poca actividad a fin de año.
Por otro lado, LTC muestra un carácter diferente. Las instituciones están acumulando silenciosamente 3.7 millones de monedas, mientras que el interés de los minoristas es bajo, formando un patrón de cabeza y hombros inverso. Este tipo de configuración suele ser un signo de cambio en la fase final del ciclo. La demanda sostenida de las instituciones es más importante que la especulación a corto plazo, especialmente en esta ventana clave antes de la llegada de 2025.
Desde la experiencia de los últimos veinte ciclos, la escasez de liquidez a fin de año suele ser cuando las necesidades reales se hacen evidentes. El marco regulatorio en EE. UU. se vuelve cada vez más claro, y estos proyectos nativos están atrayendo la atención de inversores a largo plazo en medio de la certidumbre política. La prueba del soporte está en marcha; si se rompe o se mantiene, determinará directamente la situación a principios del próximo año.
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#加密货币监管政策 La noche previa a Navidad observando las monedas nativas de EE. UU., me ha vuelto a venir a la mente la escena de la bull run de 2017. En ese entonces, ADA, XLM, LTC y otros proyectos aún contaban historias muy diferentes, pero la lógica central nunca cambió: cuando la liquidez se agota, toda la estructura técnica revela la verdad.
Bajo la apariencia de estabilidad de esta semana, en realidad se esconden presiones acumulándose. ADA ya ha roto la figura de banderín bajista, con una caída mensual superior al 27%, lo que me recuerda la confirmación técnica a finales de 2018. En ese momento, muchos aún discutían sobre los fundamentos, pero el precio ya había dado su veredicto con acciones. Ahora, si se pierde el soporte en 0.370 dólares, la caída hasta 0.259 dólares tiene una base geométrica suficiente. La historia nos dice que en estos momentos suele ser cuando más se pone a prueba la mentalidad de los holders.
La divergencia bajista oculta en XLM es aún más interesante: los poseedores de RWA aumentan, pero el valor total de los activos en la red disminuye. He visto muchas situaciones así, que suelen indicar que los nuevos entrantes están comprando en la misma medida que los vendedores existentes. Si se rompe la línea de 0.231 dólares, la resistencia a la recuperación está en 0.262 dólares. Para romper esta estructura, se necesita un aumento del 10%, lo cual no es fácil en un mercado con poca actividad a fin de año.
Por otro lado, LTC muestra un carácter diferente. Las instituciones están acumulando silenciosamente 3.7 millones de monedas, mientras que el interés de los minoristas es bajo, formando un patrón de cabeza y hombros inverso. Este tipo de configuración suele ser un signo de cambio en la fase final del ciclo. La demanda sostenida de las instituciones es más importante que la especulación a corto plazo, especialmente en esta ventana clave antes de la llegada de 2025.
Desde la experiencia de los últimos veinte ciclos, la escasez de liquidez a fin de año suele ser cuando las necesidades reales se hacen evidentes. El marco regulatorio en EE. UU. se vuelve cada vez más claro, y estos proyectos nativos están atrayendo la atención de inversores a largo plazo en medio de la certidumbre política. La prueba del soporte está en marcha; si se rompe o se mantiene, determinará directamente la situación a principios del próximo año.