Nvidia parece estar a punto de romper las restricciones de exportación de Washington con un cambio de política significativo. El Departamento de Comercio de EE. UU. se está moviendo hacia la autorización de envíos de sus procesadores de inteligencia artificial H200 a China—específicamente unidades de aproximadamente un año y medio atrás, según informes de Semafor. Aunque estos chips representan una mejora sustancial en comparación con los modelos H20 heredados previamente autorizados para el mercado chino, aún están por debajo de la tecnología de última generación de Nvidia.
El gigante de los semiconductores ve este desarrollo de manera favorable, posicionando la decisión como beneficiosa para la competitividad manufacturera estadounidense y el empleo nacional. El Secretario de Comercio, Howard Lutnick, indicó la semana pasada que la autorización final recae en el Presidente Trump, señalando que las consideraciones geopolíticas siguen siendo centrales en estas decisiones.
La oposición del Congreso se intensifica
La posible aprobación contradice directamente la creciente resistencia bipartidista en el Congreso. El 4 de diciembre, los senadores Pete Ricketts y Chris Coons presentaron la Ley de Chips para Exportaciones Seguras y Factibles, que implementaría una moratoria de 30 meses en las licencias de exportación para chips de IA avanzados destinados a China. La medida aún no ha fijado una fecha de votación, dejando su trayectoria incierta.
El cambio de postura de la Administración Trump
La propuesta actual refleja un patrón más amplio de volatilidad en las políticas bajo el marco de exportación de semiconductores de la administración Trump. En abril, surgieron nuevos requisitos de licencia para exportaciones de chips de IA. En pocas semanas, los funcionarios revocaron una regulación de la era Biden. Para el verano, altos funcionarios propusieron un enfoque novedoso: permitir exportaciones si Washington podía reclamar el 15 por ciento de los ingresos de las ventas de chips con destino a China—esencialmente, convertir en arma la tecnología de semiconductores en las negociaciones comerciales.
La realidad del mercado en China
El panorama en Beijing ya ha cambiado drásticamente. En septiembre, la Administración del Ciberespacio de China emitió restricciones que impiden a las empresas nacionales comprar procesadores Nvidia, lo que obligó a un giro hacia alternativas desarrolladas localmente por Alibaba y Huawei. Este movimiento regulatorio, combinado con las limitaciones de exportación, ha alterado fundamentalmente la dinámica competitiva del mercado de chips de IA.
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Ventana de exportación de Nvidia H200: desbloqueo del acceso a chips antiguos en China en medio de tensiones políticas
Nvidia parece estar a punto de romper las restricciones de exportación de Washington con un cambio de política significativo. El Departamento de Comercio de EE. UU. se está moviendo hacia la autorización de envíos de sus procesadores de inteligencia artificial H200 a China—específicamente unidades de aproximadamente un año y medio atrás, según informes de Semafor. Aunque estos chips representan una mejora sustancial en comparación con los modelos H20 heredados previamente autorizados para el mercado chino, aún están por debajo de la tecnología de última generación de Nvidia.
El gigante de los semiconductores ve este desarrollo de manera favorable, posicionando la decisión como beneficiosa para la competitividad manufacturera estadounidense y el empleo nacional. El Secretario de Comercio, Howard Lutnick, indicó la semana pasada que la autorización final recae en el Presidente Trump, señalando que las consideraciones geopolíticas siguen siendo centrales en estas decisiones.
La oposición del Congreso se intensifica
La posible aprobación contradice directamente la creciente resistencia bipartidista en el Congreso. El 4 de diciembre, los senadores Pete Ricketts y Chris Coons presentaron la Ley de Chips para Exportaciones Seguras y Factibles, que implementaría una moratoria de 30 meses en las licencias de exportación para chips de IA avanzados destinados a China. La medida aún no ha fijado una fecha de votación, dejando su trayectoria incierta.
El cambio de postura de la Administración Trump
La propuesta actual refleja un patrón más amplio de volatilidad en las políticas bajo el marco de exportación de semiconductores de la administración Trump. En abril, surgieron nuevos requisitos de licencia para exportaciones de chips de IA. En pocas semanas, los funcionarios revocaron una regulación de la era Biden. Para el verano, altos funcionarios propusieron un enfoque novedoso: permitir exportaciones si Washington podía reclamar el 15 por ciento de los ingresos de las ventas de chips con destino a China—esencialmente, convertir en arma la tecnología de semiconductores en las negociaciones comerciales.
La realidad del mercado en China
El panorama en Beijing ya ha cambiado drásticamente. En septiembre, la Administración del Ciberespacio de China emitió restricciones que impiden a las empresas nacionales comprar procesadores Nvidia, lo que obligó a un giro hacia alternativas desarrolladas localmente por Alibaba y Huawei. Este movimiento regulatorio, combinado con las limitaciones de exportación, ha alterado fundamentalmente la dinámica competitiva del mercado de chips de IA.