La respuesta corta: sí, pero con advertencias importantes
Si te preguntas si puedes jubilarte a los 62 años y seguir trabajando a tiempo completo, la respuesta es sencilla: legalmente puedes. La Administración del Seguro Social permite explícitamente a las personas cobrar beneficios mientras mantienen un empleo a tiempo completo una vez que alcanzan la edad de jubilación elegible. Sin embargo, la pregunta más relevante no es si puedes, sino si debes hacerlo.
Entendiendo la penalización por ingresos
Aquí es donde la situación financiera se vuelve más compleja. Si comienzas a cobrar el Seguro Social antes de alcanzar tu edad de jubilación completa (ya sea 66 o 67, dependiendo de tu año de nacimiento), la SSA aplica lo que se conoce como una prueba de ingresos. Esto significa que si tus ingresos laborales superan un umbral específico, tus beneficios se reducen.
Para 2025, ese umbral es de $23,400 anuales. La estructura de penalización es severa: el Seguro Social retiene $1 en beneficios por cada $2 que ganes por encima de este límite. Para ilustrar con números concretos: supón que estás cobrando $600 mensualmente ($7,200 al año) a los 62 años y planeas ganar $25,000 mediante trabajo. Los $1,600 adicionales sobre el límite activarían una reducción $800 anual en tus beneficios—un golpe significativo a tus ingresos esperados.
La ventaja del recálculo a largo plazo
La reducción temporal no es toda la historia. Cuando finalmente alcanzas la edad de jubilación completa, tu beneficio se recalcula. La SSA reconoce esas cantidades retenidas y aumenta tu pago mensual en consecuencia, acreditando los años adicionales de trabajo y los ingresos totales a lo largo de la vida. Esto significa que la reducción temprana funciona más como un retraso que como una pérdida permanente—esencialmente recuperas los beneficios perdidos a través de pagos futuros más altos.
Tomando la decisión
Los asesores financieros generalmente recomiendan retrasar la cobro del Seguro Social tanto como sea razonablemente posible, citando los mayores pagos a largo plazo por esperar. Comenzar a los 62 años mientras trabajas a tiempo completo acelera tu cronograma de cobro de beneficios, pero al mismo tiempo reduce cada pago mensual debido a la prueba de ingresos. La mejor opción depende de tus circunstancias personales: estado de salud, expectativas de esperanza de vida, ahorros totales para la jubilación y necesidades de ingreso.
Monitorear tus beneficios a través de la plataforma en línea mySocialSecurity de la SSA te permite seguir cómo los ingresos laborales afectan tu situación específica, brindándote claridad al planear tu transición a la jubilación.
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Comenzar la Seguridad Social a los 62: Trabajar a tiempo completo mientras se reciben beneficios
La respuesta corta: sí, pero con advertencias importantes
Si te preguntas si puedes jubilarte a los 62 años y seguir trabajando a tiempo completo, la respuesta es sencilla: legalmente puedes. La Administración del Seguro Social permite explícitamente a las personas cobrar beneficios mientras mantienen un empleo a tiempo completo una vez que alcanzan la edad de jubilación elegible. Sin embargo, la pregunta más relevante no es si puedes, sino si debes hacerlo.
Entendiendo la penalización por ingresos
Aquí es donde la situación financiera se vuelve más compleja. Si comienzas a cobrar el Seguro Social antes de alcanzar tu edad de jubilación completa (ya sea 66 o 67, dependiendo de tu año de nacimiento), la SSA aplica lo que se conoce como una prueba de ingresos. Esto significa que si tus ingresos laborales superan un umbral específico, tus beneficios se reducen.
Para 2025, ese umbral es de $23,400 anuales. La estructura de penalización es severa: el Seguro Social retiene $1 en beneficios por cada $2 que ganes por encima de este límite. Para ilustrar con números concretos: supón que estás cobrando $600 mensualmente ($7,200 al año) a los 62 años y planeas ganar $25,000 mediante trabajo. Los $1,600 adicionales sobre el límite activarían una reducción $800 anual en tus beneficios—un golpe significativo a tus ingresos esperados.
La ventaja del recálculo a largo plazo
La reducción temporal no es toda la historia. Cuando finalmente alcanzas la edad de jubilación completa, tu beneficio se recalcula. La SSA reconoce esas cantidades retenidas y aumenta tu pago mensual en consecuencia, acreditando los años adicionales de trabajo y los ingresos totales a lo largo de la vida. Esto significa que la reducción temprana funciona más como un retraso que como una pérdida permanente—esencialmente recuperas los beneficios perdidos a través de pagos futuros más altos.
Tomando la decisión
Los asesores financieros generalmente recomiendan retrasar la cobro del Seguro Social tanto como sea razonablemente posible, citando los mayores pagos a largo plazo por esperar. Comenzar a los 62 años mientras trabajas a tiempo completo acelera tu cronograma de cobro de beneficios, pero al mismo tiempo reduce cada pago mensual debido a la prueba de ingresos. La mejor opción depende de tus circunstancias personales: estado de salud, expectativas de esperanza de vida, ahorros totales para la jubilación y necesidades de ingreso.
Monitorear tus beneficios a través de la plataforma en línea mySocialSecurity de la SSA te permite seguir cómo los ingresos laborales afectan tu situación específica, brindándote claridad al planear tu transición a la jubilación.