En la ola de metaverso y GameFi, hay una cuestión que a menudo se pasa por alto: ¿realmente te pertenece el equipo raro que has obtenido con esfuerzo en el juego? Una «espada legendaria» que ha sido soltada tras cientos de batallas, si solo existe como una línea de código en la base de datos del servidor, su valor sería como un espejismo. Cierre de desarrolladores, fallos en el servidor, pérdida de datos—cualquier imprevisto puede hacer que tu esfuerzo desaparezca en un instante.

Por eso, los oráculos están comenzando a expandirse al ámbito de los juegos. A diferencia de los oráculos tradicionales que solo se centran en datos financieros, la nueva generación de oráculos está haciendo algo más interesante: trasladar las acciones reales dentro del juego a la cadena. La tasa de caída de equipos, los registros de logros de los jugadores, los datos de clasificación—toda esta información clave se verifica en tiempo real y se registra en la blockchain. Cuando derrotas a un jefe y obtienes un NFT, el oráculo confirma la autenticidad de todo el proceso y luego activa directamente un contrato inteligente para completar la acuñación, haciendo que todo sea transparente e inmutable.

Lo más genial es que los activos de juego verificados comienzan a tener liquidez que cruza ecosistemas. Tus datos de logros pueden usarse en otros protocolos DeFi como respaldo de crédito para préstamos, o intercambiar derechos universales entre diferentes juegos. Gracias a los mecanismos de consenso de la red de nodos, nadie puede alterar o controlar unilateralmente estos activos. Finalmente, los activos del juego tienen una verdadera propiedad.