Cada vez que abres una posición en una plataforma de negociación, te enfrentas a un dilema: dos precios distintos para el mismo activo. Esa brecha entre el precio de oferta y el precio de demanda no es accidental — es como las corredoras cobran por el servicio de proporcionarlo instantáneamente. En lugar de una tarifa explícita descontada de tu cuenta, el coste ya está incorporado en estos dos valores que ves en la pantalla.
Por un lado, existe el precio de compra (ASK): aquel por el cual puedes comprar la moneda base a cambio de la moneda cotizada. Por otro, el precio de venta (BID): el valor que recibes al vender esa misma moneda base. La diferencia entre ellos se conoce como bid-ask spread — o simplemente spread.
Esta estructura de precios tiene sentido desde un punto de vista comercial. La plataforma adquiere la moneda por un valor y la revende a ti por otro más elevado. Cuando vendes, ocurre lo contrario: ella compra de ti por un precio menor del que puede pasar al mercado. Estas diferencias garantizan el beneficio de la operadora.
Dos modelos, dos realidades
No todas las plataformas operan de la misma forma. Los spreads varían dependiendo del modelo de negocio adoptado:
Spread fijo: previsibilidad a un coste
Este tipo permanece inalterado independientemente de la hora o las condiciones del mercado. Si el spread es de 5 pips a las 8 de la mañana, será de 5 pips al mediodía o durante la volatilidad nocturna. Plataformas que actúan como creadores de mercado — comprando grandes posiciones de proveedores de liquidez y revendiendo a operadores minoristas — usan este modelo. Ellas pueden controlar los precios mostrados, garantizando consistencia.
¿La contrapartida? Durante picos de volatilidad, la plataforma puede ofrecer un “requote”, pidiéndote aceptar un precio diferente al inicialmente visto. Además, el slippage — cuando la ejecución final diverge significativamente del precio de entrada pretendido — es un riesgo real.
Spread variable: transparencia con riesgo
Aquí, la diferencia está en movimiento constante. Plataformas que no funcionan como mesas de operaciones transmiten los precios de múltiples proveedores de liquidez directamente al operador. Como no intermedian activamente, no pueden controlar los spreads — estos fluctúan según la oferta, la demanda y la volatilidad general del mercado.
Resultado: menos requotes, mayor transparencia. Sin embargo, durante divulgaciones de datos económicos o feriados (cuando la liquidez seca), los spreads se ensanchan rápidamente. Para scalpers — que lucran con operaciones rápidas de pequeños pips — esto puede liquidar completamente el margen de beneficio.
Midiendo y calculando tu coste real
En la práctica, el spread ya está reflejado en la cotización que ves. Solo debes encontrar la diferencia entre los precios de compra y venta. Para un par en formato de 5 decimales, por ejemplo, la diferencia entre 1,04111 y 1,04103 resulta en 8 puntos base, o 0,8 pips.
Pero, ¿cuál es el impacto real en tu operación? Esto depende de dos factores:
Volumen de la transacción y valor por pip
Supón que estás operando un minilote (10.000 unidades). Con un spread de 0,8 pips y valor de $1 por pip:
1 minilote: 0,8 pips × 1 × $1 = $0,80
5 minilotes: 0,8 pips × 5 × $1 = $4,00
Aumentar el volumen significa multiplicar linealmente el coste. Un spread de 2 pips en un contrato grande puede consumir beneficios que parecían garantizados en operaciones pequeñas.
Ventajas y desventajas en la práctica
El spread fijo es mejor cuando:
Eres principiante y prefieres costes previsibles
Operas con pequeños volúmenes
Buscas seguridad respecto a los requisitos de capital
El spread fijo penaliza cuando:
Los mercados se vuelven volátiles (requotes y slippages aumentan)
Necesitas ejecución garantizada en noticias económicas
El spread variable funciona mejor cuando:
Eres trader de medio/largo plazo
Buscas máxima transparencia en los precios
Operas en periodos de alta liquidez
El spread variable perjudica cuando:
Eres scalper o trader de noticias
El spread se expande demasiado en momentos críticos
La clave para tu estrategia
Elegir una plataforma no es solo sobre seguridad o interfaz — se trata de entender cómo el spread afecta tu rentabilidad. Operadores que hacen 100 operaciones al mes necesitan ser mucho más críticos con los spreads que quienes hacen 10. Un spread fijo de 3 pips acumulado en volumen alto puede destruir retornos que parecían sólidos en el backtest.
El consejo final: siempre calcula el coste real antes de operacionalizar tu estrategia. Los spreads no son solo números en la pantalla — son dinero que sale de tu bolsillo en cada transacción.
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Entendiendo el Spread Bid-Ask: Guía práctica para operadores
Por qué el spread importa para tu operación?
Cada vez que abres una posición en una plataforma de negociación, te enfrentas a un dilema: dos precios distintos para el mismo activo. Esa brecha entre el precio de oferta y el precio de demanda no es accidental — es como las corredoras cobran por el servicio de proporcionarlo instantáneamente. En lugar de una tarifa explícita descontada de tu cuenta, el coste ya está incorporado en estos dos valores que ves en la pantalla.
Por un lado, existe el precio de compra (ASK): aquel por el cual puedes comprar la moneda base a cambio de la moneda cotizada. Por otro, el precio de venta (BID): el valor que recibes al vender esa misma moneda base. La diferencia entre ellos se conoce como bid-ask spread — o simplemente spread.
Esta estructura de precios tiene sentido desde un punto de vista comercial. La plataforma adquiere la moneda por un valor y la revende a ti por otro más elevado. Cuando vendes, ocurre lo contrario: ella compra de ti por un precio menor del que puede pasar al mercado. Estas diferencias garantizan el beneficio de la operadora.
Dos modelos, dos realidades
No todas las plataformas operan de la misma forma. Los spreads varían dependiendo del modelo de negocio adoptado:
Spread fijo: previsibilidad a un coste
Este tipo permanece inalterado independientemente de la hora o las condiciones del mercado. Si el spread es de 5 pips a las 8 de la mañana, será de 5 pips al mediodía o durante la volatilidad nocturna. Plataformas que actúan como creadores de mercado — comprando grandes posiciones de proveedores de liquidez y revendiendo a operadores minoristas — usan este modelo. Ellas pueden controlar los precios mostrados, garantizando consistencia.
¿La contrapartida? Durante picos de volatilidad, la plataforma puede ofrecer un “requote”, pidiéndote aceptar un precio diferente al inicialmente visto. Además, el slippage — cuando la ejecución final diverge significativamente del precio de entrada pretendido — es un riesgo real.
Spread variable: transparencia con riesgo
Aquí, la diferencia está en movimiento constante. Plataformas que no funcionan como mesas de operaciones transmiten los precios de múltiples proveedores de liquidez directamente al operador. Como no intermedian activamente, no pueden controlar los spreads — estos fluctúan según la oferta, la demanda y la volatilidad general del mercado.
Resultado: menos requotes, mayor transparencia. Sin embargo, durante divulgaciones de datos económicos o feriados (cuando la liquidez seca), los spreads se ensanchan rápidamente. Para scalpers — que lucran con operaciones rápidas de pequeños pips — esto puede liquidar completamente el margen de beneficio.
Midiendo y calculando tu coste real
En la práctica, el spread ya está reflejado en la cotización que ves. Solo debes encontrar la diferencia entre los precios de compra y venta. Para un par en formato de 5 decimales, por ejemplo, la diferencia entre 1,04111 y 1,04103 resulta en 8 puntos base, o 0,8 pips.
Pero, ¿cuál es el impacto real en tu operación? Esto depende de dos factores:
Volumen de la transacción y valor por pip
Supón que estás operando un minilote (10.000 unidades). Con un spread de 0,8 pips y valor de $1 por pip:
Aumentar el volumen significa multiplicar linealmente el coste. Un spread de 2 pips en un contrato grande puede consumir beneficios que parecían garantizados en operaciones pequeñas.
Ventajas y desventajas en la práctica
El spread fijo es mejor cuando:
El spread fijo penaliza cuando:
El spread variable funciona mejor cuando:
El spread variable perjudica cuando:
La clave para tu estrategia
Elegir una plataforma no es solo sobre seguridad o interfaz — se trata de entender cómo el spread afecta tu rentabilidad. Operadores que hacen 100 operaciones al mes necesitan ser mucho más críticos con los spreads que quienes hacen 10. Un spread fijo de 3 pips acumulado en volumen alto puede destruir retornos que parecían sólidos en el backtest.
El consejo final: siempre calcula el coste real antes de operacionalizar tu estrategia. Los spreads no son solo números en la pantalla — son dinero que sale de tu bolsillo en cada transacción.