El oro en 2024: año de estabilidad y múltiples correcciones
Pasó el año 2024 con una historia diferente a las expectativas iniciales. Comenzó con una reserva relativa, con el precio oscilando alrededor de 2,251 dólares por onza en el primer trimestre, impulsado por la voluntad de los bancos centrales de diversificar y la fuerte demanda local en los mercados asiáticos.
El segundo trimestre trajo consigo una ola de subidas, alcanzando el precio los 2,450 dólares, beneficiándose de las expectativas de una flexibilización en las políticas de tasas y de los flujos crecientes hacia los fondos cotizados en oro. El tercer trimestre experimentó un salto notable hasta los 2,672 dólares, cuando los bancos centrales comenzaron a implementar recortes efectivos en las tasas y los compradores asiáticos regresaron con fuerza.
El último trimestre estuvo marcado por volatilidades severas que se reflejaron en los precios, llegando a 2,785 dólares en octubre, para luego retroceder ligeramente con las elecciones estadounidenses, estabilizándose cerca de 2,660 dólares, señal de un año relativamente estable, aunque no exento de caos.
La ola dorada en 2025: un ascenso que nadie esperaba
Lo ocurrido en 2025 fue un cambio real. Los precios no solo se estabilizaron, sino que optaron por explotar.
Desde enero, con un precio de 2,798 dólares, los precios del metal precioso comenzaron un ascenso acelerado. Pasaron por febrero con 2,894 dólares, y en marzo saltaron a 3,304 dólares, un aumento del 14% en un mes. La ola continuó hasta alcanzar los 3,770 dólares a finales de septiembre.
Pero la parte más dramática llegó después. El 8 de octubre, el oro superó los 4,000 dólares por onza por primera vez en la historia, logrando un logro inolvidable. Pocos días después, alcanzó su máximo en 4,381 dólares a mediados de octubre, superando todas las expectativas de las principales instituciones financieras.
Durante este período, el precio aumentó más del 50%, una cifra realmente sorprendente.
Mes
Precio
enero
2,798 dólares
febrero
2,894 dólares
marzo
3,304 dólares
abril
3,207 dólares
mayo
3,288 dólares
junio
3,352 dólares
julio
3,338 dólares
agosto
3,363 dólares
septiembre
3,770 dólares
octubre
4,381 dólares
noviembre
4,063 dólares
Más allá de los números: los factores que movieron el mercado
El ascenso no fue aleatorio. Hubo una secuencia lógica de factores que se unieron:
La Reserva Federal y las tasas: La Fed empezó a indicar la posible reducción de tasas, haciendo que el oro —que no genera intereses— fuera una opción más atractiva.
Debilidad del dólar: La caída del valor del dólar estadounidense hizo que el oro fuera más barato para los compradores extranjeros, fortaleciendo la demanda global.
Compras de los bancos centrales: Los bancos centrales, especialmente en mercados emergentes, no dejaron de comprar el metal precioso para diversificar sus reservas.
Incertidumbre geopolítica: Los conflictos crecientes en todo el mundo hicieron que los inversores buscaran refugio seguro — y el oro es su clásico refugio.
El cierre gubernamental más largo: El prolongado cierre del gobierno estadounidense aumentó la tensión y amplificó las expectativas de una flexibilización en las tasas.
Expectativas para 2026: ¿seguirá el ascenso?
Con la cercanía de 2026, las opiniones sobre lo que traerá el futuro varían. Las principales instituciones financieras han lanzado cifras audaces:
J.P. Morgan espera un promedio de 5,000 dólares, con un cierre del cuarto trimestre en 4,900 dólares
Goldman Sachs ve la posibilidad de alcanzar los 4,000 dólares a mediados de 2026, o incluso 4,900 dólares en un escenario optimista
Morgan Stanley pronostica 4,500 dólares para mediados de 2026
Standard Chartered predice 4,300 dólares para finales de 2025, y 4,500 dólares en los próximos 12 meses
Bank of America espera 4,000 dólares en el tercer trimestre de 2026
HSBC apunta a 5,000 dólares
ANZ prevé 4,400 dólares para finales de 2025, y 4,600 dólares a mediados de 2026
La disparidad es evidente, pero hay consenso: el oro no caerá drásticamente.
Los principales motores del precio: lo que debes vigilar
Inflación - El enemigo y aliado
La inflación es una espada de doble filo. La tasa actual de inflación ronda el 3% anual, por encima del objetivo del 2% de la Fed. Esto significa que el poder adquisitivo se erosiona, y aquí entra en juego el oro como protector de la riqueza.
En 2021 y 2022, cuando la inflación alcanzó niveles récord, el oro fue refugio para los inversores, que acudieron a él para llegar a aproximadamente 1,900 dólares.
Fuerza del dólar - La contraparte
Un dólar fuerte presiona al oro, y uno débil lo impulsa. En 2020, cuando EE. UU. lanzó paquetes de estímulo masivos, el dólar cayó y el oro subió a 2,075 dólares por onza en agosto — una cifra récord en ese momento.
Bancos centrales - El jugador sombra real
Los bancos centrales poseen aproximadamente el 23% de las reservas mundiales de oro. Sus decisiones reverberan en el mercado. Las compras crecientes en mercados emergentes mantienen alta la demanda.
Geopolítica - El miedo vende
Las crisis, conflictos, incluso la incertidumbre política, hacen que la gente corra hacia el oro. Durante la pandemia de COVID-19 en 2020, las acciones colapsaron y el oro superó los 2,000 dólares por primera vez, confirmando su papel como refugio seguro.
Fondos de inversión - La demanda moderna
Los fondos cotizados en oro abrieron la puerta a millones para entrar fácilmente. En 2020, cuando empezó la crisis, los inversores acudieron a estos fondos, añadiendo aproximadamente 700 toneladas a sus carteras en pocos meses — una contribución enorme a la subida de precios.
Joyería y usos industriales - La demanda clásica
India y China consumen millones de onzas anualmente para joyería. Esta demanda estable forma una base de soporte para el precio. Además, el oro ha ingresado en el mundo de la tecnología, desde teléfonos inteligentes hasta dispositivos médicos.
Estrategias de inversión: elige la que mejor se adapte a ti
Para los pacientes: inversión a largo plazo
Comprar lingotes o monedas de oro y mantenerlas durante años. Las ventajas son claras: seguridad, protección contra la inflación, propiedad directa. Las desventajas: costos de almacenamiento y seguro, y no generan ingresos inmediatos.
Para los que están listos: inversión a corto plazo
Los contratos por diferencia permiten especular sobre los movimientos diarios de precios sin poseer el oro físico. Puedes ganar en mercados alcistas o bajistas. Pero cuidado: el apalancamiento amplifica tanto las ganancias como las pérdidas.
Ejemplo: si depositas 1,000 dólares con un apalancamiento de 1:100, controlas 100,000 dólares. Un aumento de 10 dólares significa una ganancia de 10,000 dólares, pero una caída de 10 dólares implica una pérdida similar.
La vía intermedia: fondos cotizados
Los fondos cotizados en oro ofrecen flexibilidad sin complicaciones de almacenamiento. Siguen el precio del oro al contado en tiempo real y ofrecen alta liquidez.
Consejos imprescindibles antes de comenzar
Entiende primero el mercado: lee, aprende, comprende cómo se mueve el oro. No te lances ciegamente.
Define tus objetivos: ¿quieres preservar la riqueza? ¿O lograr ganancias rápidas? El objetivo determina la estrategia.
Evalúa tu tolerancia al riesgo: aunque el oro es seguro, los precios a corto plazo pueden ser muy volátiles.
No dejes que tus ahorros se diluyan: la inflación erosiona el valor lentamente. El oro te protege de ello.
Vigila tu cartera: no compres y olvides. Sigue, evalúa, reajusta si es necesario.
Sé disciplinado: las emociones son el peor enemigo del inversor. Cumple tu plan.
Los riesgos que pueden cambiar las reglas
No todas las predicciones se cumplirán. Hay factores que podrían frenar el ascenso:
La vuelta de la Fed a subir las tasas disminuirá el atractivo del oro
La finalización de conflictos geopolíticos podría reducir la demanda de refugios seguros
Una salida masiva de fondos en oro hacia otros activos podría presionar los precios
Resumen: el viaje del oro continúa
Las previsiones para 2025 y 2026 apuntan a años llenos de movimiento. Los precios podrían oscilar entre 4,000 y 5,000 dólares, un rango históricamente alto. Pero el éxito no está garantizado: depende de tus decisiones y disciplina.
Ya sea que elijas las barras para preservar la riqueza, los contratos por diferencia para la especulación rápida, o los fondos cotizados para equilibrar, el oro seguirá a tu lado. En una era de incertidumbre, quizás no haya nada mejor que un metal que no miente ni decepciona.
El primer paso: define qué quieres realmente. Todo lo demás vendrá solo.
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Metales preciosos brillan en el horizonte: un análisis detallado de las trayectorias de los precios del oro durante 2025 y 2026
El oro en 2024: año de estabilidad y múltiples correcciones
Pasó el año 2024 con una historia diferente a las expectativas iniciales. Comenzó con una reserva relativa, con el precio oscilando alrededor de 2,251 dólares por onza en el primer trimestre, impulsado por la voluntad de los bancos centrales de diversificar y la fuerte demanda local en los mercados asiáticos.
El segundo trimestre trajo consigo una ola de subidas, alcanzando el precio los 2,450 dólares, beneficiándose de las expectativas de una flexibilización en las políticas de tasas y de los flujos crecientes hacia los fondos cotizados en oro. El tercer trimestre experimentó un salto notable hasta los 2,672 dólares, cuando los bancos centrales comenzaron a implementar recortes efectivos en las tasas y los compradores asiáticos regresaron con fuerza.
El último trimestre estuvo marcado por volatilidades severas que se reflejaron en los precios, llegando a 2,785 dólares en octubre, para luego retroceder ligeramente con las elecciones estadounidenses, estabilizándose cerca de 2,660 dólares, señal de un año relativamente estable, aunque no exento de caos.
La ola dorada en 2025: un ascenso que nadie esperaba
Lo ocurrido en 2025 fue un cambio real. Los precios no solo se estabilizaron, sino que optaron por explotar.
Desde enero, con un precio de 2,798 dólares, los precios del metal precioso comenzaron un ascenso acelerado. Pasaron por febrero con 2,894 dólares, y en marzo saltaron a 3,304 dólares, un aumento del 14% en un mes. La ola continuó hasta alcanzar los 3,770 dólares a finales de septiembre.
Pero la parte más dramática llegó después. El 8 de octubre, el oro superó los 4,000 dólares por onza por primera vez en la historia, logrando un logro inolvidable. Pocos días después, alcanzó su máximo en 4,381 dólares a mediados de octubre, superando todas las expectativas de las principales instituciones financieras.
Durante este período, el precio aumentó más del 50%, una cifra realmente sorprendente.
Más allá de los números: los factores que movieron el mercado
El ascenso no fue aleatorio. Hubo una secuencia lógica de factores que se unieron:
La Reserva Federal y las tasas: La Fed empezó a indicar la posible reducción de tasas, haciendo que el oro —que no genera intereses— fuera una opción más atractiva.
Debilidad del dólar: La caída del valor del dólar estadounidense hizo que el oro fuera más barato para los compradores extranjeros, fortaleciendo la demanda global.
Compras de los bancos centrales: Los bancos centrales, especialmente en mercados emergentes, no dejaron de comprar el metal precioso para diversificar sus reservas.
Incertidumbre geopolítica: Los conflictos crecientes en todo el mundo hicieron que los inversores buscaran refugio seguro — y el oro es su clásico refugio.
El cierre gubernamental más largo: El prolongado cierre del gobierno estadounidense aumentó la tensión y amplificó las expectativas de una flexibilización en las tasas.
Expectativas para 2026: ¿seguirá el ascenso?
Con la cercanía de 2026, las opiniones sobre lo que traerá el futuro varían. Las principales instituciones financieras han lanzado cifras audaces:
La disparidad es evidente, pero hay consenso: el oro no caerá drásticamente.
Los principales motores del precio: lo que debes vigilar
Inflación - El enemigo y aliado
La inflación es una espada de doble filo. La tasa actual de inflación ronda el 3% anual, por encima del objetivo del 2% de la Fed. Esto significa que el poder adquisitivo se erosiona, y aquí entra en juego el oro como protector de la riqueza.
En 2021 y 2022, cuando la inflación alcanzó niveles récord, el oro fue refugio para los inversores, que acudieron a él para llegar a aproximadamente 1,900 dólares.
Fuerza del dólar - La contraparte
Un dólar fuerte presiona al oro, y uno débil lo impulsa. En 2020, cuando EE. UU. lanzó paquetes de estímulo masivos, el dólar cayó y el oro subió a 2,075 dólares por onza en agosto — una cifra récord en ese momento.
Bancos centrales - El jugador sombra real
Los bancos centrales poseen aproximadamente el 23% de las reservas mundiales de oro. Sus decisiones reverberan en el mercado. Las compras crecientes en mercados emergentes mantienen alta la demanda.
Geopolítica - El miedo vende
Las crisis, conflictos, incluso la incertidumbre política, hacen que la gente corra hacia el oro. Durante la pandemia de COVID-19 en 2020, las acciones colapsaron y el oro superó los 2,000 dólares por primera vez, confirmando su papel como refugio seguro.
Fondos de inversión - La demanda moderna
Los fondos cotizados en oro abrieron la puerta a millones para entrar fácilmente. En 2020, cuando empezó la crisis, los inversores acudieron a estos fondos, añadiendo aproximadamente 700 toneladas a sus carteras en pocos meses — una contribución enorme a la subida de precios.
Joyería y usos industriales - La demanda clásica
India y China consumen millones de onzas anualmente para joyería. Esta demanda estable forma una base de soporte para el precio. Además, el oro ha ingresado en el mundo de la tecnología, desde teléfonos inteligentes hasta dispositivos médicos.
Estrategias de inversión: elige la que mejor se adapte a ti
Para los pacientes: inversión a largo plazo
Comprar lingotes o monedas de oro y mantenerlas durante años. Las ventajas son claras: seguridad, protección contra la inflación, propiedad directa. Las desventajas: costos de almacenamiento y seguro, y no generan ingresos inmediatos.
Para los que están listos: inversión a corto plazo
Los contratos por diferencia permiten especular sobre los movimientos diarios de precios sin poseer el oro físico. Puedes ganar en mercados alcistas o bajistas. Pero cuidado: el apalancamiento amplifica tanto las ganancias como las pérdidas.
Ejemplo: si depositas 1,000 dólares con un apalancamiento de 1:100, controlas 100,000 dólares. Un aumento de 10 dólares significa una ganancia de 10,000 dólares, pero una caída de 10 dólares implica una pérdida similar.
La vía intermedia: fondos cotizados
Los fondos cotizados en oro ofrecen flexibilidad sin complicaciones de almacenamiento. Siguen el precio del oro al contado en tiempo real y ofrecen alta liquidez.
Consejos imprescindibles antes de comenzar
Entiende primero el mercado: lee, aprende, comprende cómo se mueve el oro. No te lances ciegamente.
Define tus objetivos: ¿quieres preservar la riqueza? ¿O lograr ganancias rápidas? El objetivo determina la estrategia.
Evalúa tu tolerancia al riesgo: aunque el oro es seguro, los precios a corto plazo pueden ser muy volátiles.
No dejes que tus ahorros se diluyan: la inflación erosiona el valor lentamente. El oro te protege de ello.
Vigila tu cartera: no compres y olvides. Sigue, evalúa, reajusta si es necesario.
Sé disciplinado: las emociones son el peor enemigo del inversor. Cumple tu plan.
Los riesgos que pueden cambiar las reglas
No todas las predicciones se cumplirán. Hay factores que podrían frenar el ascenso:
Resumen: el viaje del oro continúa
Las previsiones para 2025 y 2026 apuntan a años llenos de movimiento. Los precios podrían oscilar entre 4,000 y 5,000 dólares, un rango históricamente alto. Pero el éxito no está garantizado: depende de tus decisiones y disciplina.
Ya sea que elijas las barras para preservar la riqueza, los contratos por diferencia para la especulación rápida, o los fondos cotizados para equilibrar, el oro seguirá a tu lado. En una era de incertidumbre, quizás no haya nada mejor que un metal que no miente ni decepciona.
El primer paso: define qué quieres realmente. Todo lo demás vendrá solo.