Tensión en los precios del petróleo crudo: ¿el rumbo lo marcan la oferta o la demanda?

Ante una ecuación compleja de desequilibrios, los precios de petróleo crudo se encuentran en una encrucijada, donde los factores de exceso de oferta compiten con la debilidad del consumo global. Los desarrollos se aceleran diariamente con la producción adicional de la OPEP+ y otros, mientras que los motores principales de la demanda, especialmente de las economías industriales mayores, se desaceleran. Esta contradicción aguda dibuja una imagen confusa sobre la dirección futura de los precios, que merece un análisis detallado de los datos actuales.

El lado oscuro de la demanda: una economía china estancada

Es casi imposible hablar de las expectativas de precios del petróleo sin tener en cuenta lo que sucede en China. La economía china ha estado en caída desde octubre de 2023, sin poder recuperar tasas de crecimiento superiores al 6%, alcanzando un máximo de solo 5.4% tras una serie de contracciones consecutivas.

Pero no solo eso, las cifras reales de consumo cuentan una historia aún más sombría. Las ventas minoristas en China han mostrado una caída continua, bajando del 6.4% en mayo a solo 3% en septiembre. El índice de precios al consumidor se contrajo en -0.3% y los precios de los productores en -2.3% durante el mismo período, lo que indica presiones deflacionarias profundas. La triada negativa de crecimiento débil, precios bajos y demanda moderada presiona con fuerza las cuentas relacionadas con el consumo de petróleo mundial.

El actor equilibrador: la demanda global que no sigue la oferta

La Agencia Internacional de la Energía redujo su pronóstico de crecimiento de la demanda de petróleo en 2025 a solo 710 mil barriles diarios, una cifra modesta en comparación con los estándares históricos. En cambio, el crecimiento se distribuye de manera desigual entre países, donde se espera que los países en desarrollo fuera de la OCDE contribuyan con 1.2 millones de barriles diarios, mientras que los países de la OCDE experimentan una disminución de 0.1 millones de barriles diarios. Esta diferencia no es solo una estadística, sino que refleja una realidad preocupante: los principales motores de la demanda están débiles.

El lado de la oferta: crecimiento de la producción a pesar de los obstáculos

Por otro lado, la oferta crece a un ritmo acelerado. La OPEP+ decidió en octubre aumentar su producción en 137 mil barriles diarios a partir de noviembre, un paso dirigido a aliviar las reducciones voluntarias adoptadas desde 2023.

Basándose en estos aumentos, se espera que la oferta global total alcance los 106.1 millones de barriles diarios en 2025, un aumento de 3 millones de barriles diarios respecto a las estimaciones anteriores. Pero Arabia Saudita y los Emiratos Árabes Unidos no son las únicas que aumentan la producción. Estados Unidos alcanzó un récord de 13.6 millones de barriles diarios en julio de 2025, y se espera que países fuera de la alianza contribuyan con otros 2 millones de barriles diarios adicionales.

El panorama de la oferta se completa con una imagen adicional que genera preocupación: las reservas globales alcanzaron niveles récord, especialmente el “petróleo en agua” que aumentó drásticamente en septiembre de 2025, lo que indica una acumulación de cargas en espera.

La ecuación final: un exceso que se vislumbra

Sumando ambos lados de la ecuación, la Agencia Internacional de la Energía pronostica un exceso de oferta que podría llegar a 4 millones de barriles diarios en 2026 — una cifra elevada que refleja la profundidad del desequilibrio. En contraste, la OPEP se mantiene optimista respecto a la estabilidad de la demanda y su crecimiento de 1.38 millones de barriles diarios en 2026, con un posible equilibrio en el mercado.

Las expectativas de los bancos de inversión varían ligeramente. J.P. Morgan prevé estabilidad en torno a 66 dólares por barril a finales de 2025, mientras que Morgan Stanley apunta a 60 dólares como precio probable.

El escenario actual muestra el precio de Brent en 65.44 dólares, con una probabilidad de movimiento correctivo a corto plazo.

¿Qué dice el gráfico?

Desde un punto de vista técnico, la imagen no es definitiva. El precio se mueve dentro de un canal bajista claro desde el tercer trimestre de 2024, pero acaba de rebotar en un soporte fuerte en 59.9 dólares y ha atravesado la media de los indicadores.

La banda de Bollinger indica la posible continuación del movimiento alcista hacia 67.6 dólares, un nivel de resistencia técnica importante que coincide con la parte superior del canal bajista. El MACD muestra un cruce positivo entre la línea y la señal, apoyando la probabilidad de una continuación del rebote técnico a corto plazo.

El punto clave se encuentra en 70.8 dólares — nivel que separa la continuación de la tendencia bajista de un verdadero cambio alcista. Si Brent logra romper este nivel con firmeza, podríamos ver objetivos hacia 73.6 dólares antes de fin de 2025 y 74.9 dólares a principios de 2026. Por el contrario, si fracasa la corrección, las precios volverían a 61.1 dólares a finales de 2025 y 58.5 dólares a principios de 2026.

La conclusión principal

El conflicto actual entre oferta y demanda genera una situación de incertidumbre inquietante. El exceso de oferta empuja los precios hacia abajo, mientras que las correcciones técnicas a corto plazo sugieren oportunidades limitadas de rebote. Mientras el precio se mantenga por debajo de 70.8 dólares, la perspectiva general sigue siendo bajista en el mediano y largo plazo, independientemente de las señales correctivas actuales.