Esta madrugada a las 3 en punto, la Reserva Federal va a dar un golpe grande, la bajada de tipos es casi un hecho, pero lo importante es si Powell dará una señal dulce o mostrará su lado más duro — la bajada ya está, pero con un discurso muy firme, insinuando que no se espere más bajadas el próximo año.

Este tipo de operativa ya la hemos visto muchas veces. La de octubre fue un ejemplo clásico: primero bajan los tipos y todo el mundo se anima, luego los halcones hacen declaraciones que enfrían el ambiente, y al final el mercado cae una buena por la caída de apalancados y los largos, eliminando así muchas posiciones, pero luego, cuando pasa el pánico, se da cuenta que los fundamentales siguen siendo sólidos y el dinero vuelve silenciosamente.

Pero esta vez puede ser aún más intenso. Ahora los halcones internos están mucho más activos que la última vez, y si Powell pone un tono aún más firme en su discurso, esa bofetada podría ser realmente dolorosa. ¿Se podrá recuperar con un V? La verdad, no es tan sencillo de predecir.

¿Y qué hacen los inversionistas normales? ¡No apuesten a una sola dirección! En noticias de esta magnitud, la emoción puede cambiar en un instante. Los que tienen mucho en riesgo, mejor que retiren algo y duerman tranquilos; los que buscan comprar barato, no se precipiten, esperen a que pase la tormenta y la tendencia se estabilice antes de mover ficha.

Recuerda una cosa: cuanto más animado esté el mercado, más frío hay que estar mentalmente. No confíes ciegamente en las expectativas del mercado como si fueran hechos, las verdaderas oportunidades llegan solo cuando la tendencia se confirma.