Hace unos días vi una escena bastante curiosa: un extranjero debatiendo acaloradamente con CZ sobre qué tiene más valor de inversión, el oro o el Bitcoin. Argumentaba con mucha seguridad, pero al mirar con atención... el tipo llevaba puesta una camiseta con el logo de alguna shitcoin.

La imagen era surrealista. Hablaba sobre la batalla entre activos tradicionales y criptomonedas, pero llevaba un anuncio colgado al cuello. Ahí entendí de verdad que muchos de los llamados “líderes de opinión” en el mundillo cripto, en el fondo, son unos teatreros. ¿Principios? No existen, simplemente se ponen del lado de quien pague.

Tokenización del oro, enfrentamiento entre Bitcoin y otros activos... al final, todo se reduce a los intereses a los que están atados. En la superficie parece un debate sobre filosofía de inversión, pero en realidad cada uno va a lo suyo. Hoy en día, sin un incentivo económico, ¿quién pierde el tiempo discutiendo esas grandes ideas? Cuando ves esto con claridad, entiendes por qué este sector está lleno de tanto teatro.