La semana pasada, en una reunión interna, el jefe lanzó de repente una pregunta: ¿Cuántas probabilidades crees que hay de que BTC caiga en un bear market profundo esta vez?

En ese momento di mi opinión, pero después de hablar sentí que algo no cuadraba: en esos juicios había demasiada carga emocional personal. Tras la reunión, estuve pensando si existía una manera más objetiva de responder a esta cuestión.

Después me fijé en un indicador: la sensibilidad al precio de los inversores.

En pocas palabras, mide la presión de pérdidas no realizadas que soportan los holders a largo plazo (LTH) y los holders a corto plazo (STH) cada vez que BTC cae un 1%. Puedes imaginar la “pérdida no realizada relativa” como una intensidad de dolor: cuanto mayor sea el valor, más duele cada caída y más sensibles son los inversores a las fluctuaciones de precio.

Lo interesante de este indicador es que atraviesa más de una década de ciclos de mercado, y señala claramente las señales de activación de los bear markets profundos en la historia: cada vez que la curva de sensibilidad de los LTH (línea azul) supera la de los STH (línea roja) y sigue subiendo, el bear market profundo está prácticamente a la vuelta de la esquina.

Si miramos ciclos anteriores, la evolución es prácticamente idéntica:

Primera fase, corrección normal de mercado alcista. En este momento, solo el capital a corto plazo se asusta, la línea roja sube sola y los holders a largo plazo prácticamente no tienen pérdidas, la línea azul se mantiene cerca de cero.

Segunda fase, el precio sigue cayendo. Cuando la línea roja sube hasta cierto punto crítico y luego empieza a bajar, significa que los compradores en niveles altos...