La guerra dialéctica entre la Casa Blanca y la Reserva Federal ha vuelto a subir de tono.
Trump ha arremetido con todo, llamando directamente a Powell "idiota" y diciendo que él debería estar al mando de la Fed. Su cálculo es sencillo: ¡bajar los tipos de interés! Ahora mismo, los intereses de la deuda estadounidense están por las nubes, la presión fiscal es enorme y bajar los tipos aliviaría directamente las arcas públicas.
¿Y Powell? El presidente de la Reserva Federal ha respondido con frialdad: el marco de la política monetaria no depende de quién sea el presidente, dejando claro que—cambie quien cambie—los tipos no bajarán.
¿Por qué tanta firmeza? Porque la inflación interna en EE. UU. aún no está controlada. Si bajan los tipos, los precios podrían desbocarse de nuevo, y la Fed no quiere cargar con esa culpa.
En resumen, cada uno mira por sus propios intereses. Trump está pendiente de la factura de la deuda federal; Powell, de la cesta de la compra de los ciudadanos. Uno quiere aliviar la deuda, el otro defiende a ultranza la lucha contra la inflación.
La situación de EE. UU. ahora mismo es como caminar sobre la cuerda floja: quieren intereses bajos, pero temen que la inflación se dispare. Están entre la espada y la pared, no es fácil de gestionar.
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OldLeekNewSickle
· 12-11 20:21
Ah, esto, en realidad, es echar la culpa a otros. Un quiere cortar esa carne de los bonos estadounidenses, otro teme que la inflación se descontrole y se eche la culpa a sí mismo, al final todos están apostando al mercado.
La jugada de Powell es bastante dura, diciendo directamente "el marco no cambia", es decir, no darle la cara a Trump. Pero piénsalo bien, si realmente bajan las tasas, los precios de los activos se disparan, ¿los inversores minoristas entran y ganan con todo? Eso no siempre es así... Esa es una estrategia que el mundo cripto repite cada año.
Si no se puede mantener la línea de defensa contra la inflación y no se puede frenar con la bajada de tasas, ambos lados quedan en una posición incómoda. Este fondo de bonos estadounidenses, tarde o temprano, alguien no podrá seguir el ritmo.
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SchroedingerMiner
· 12-10 02:57
Esta situación es escandalosa, uno quiere recortar los tipos de interés para ahorrar deuda, y el otro se mantiene en la línea de defensa contra la inflación, nadie quiere ser complaciente
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MevWhisperer
· 12-10 02:30
Vaya, estos dos pesos pesados van cada uno por su lado, ¿al final quién cederá?
Trump quiere echarle la culpa a la Reserva Federal, y Powell no traga con eso; al final, no es más que un conflicto de intereses.
Mientras la inflación no esté controlada, hablar de bajar los tipos es absurdo.
La situación es realmente interesante, con los bonos del Tesoro estadounidense tan problemáticos, no es de extrañar que ambos estén tan nerviosos.
La guerra dialéctica entre la Casa Blanca y la Reserva Federal ha vuelto a subir de tono.
Trump ha arremetido con todo, llamando directamente a Powell "idiota" y diciendo que él debería estar al mando de la Fed. Su cálculo es sencillo: ¡bajar los tipos de interés! Ahora mismo, los intereses de la deuda estadounidense están por las nubes, la presión fiscal es enorme y bajar los tipos aliviaría directamente las arcas públicas.
¿Y Powell? El presidente de la Reserva Federal ha respondido con frialdad: el marco de la política monetaria no depende de quién sea el presidente, dejando claro que—cambie quien cambie—los tipos no bajarán.
¿Por qué tanta firmeza? Porque la inflación interna en EE. UU. aún no está controlada. Si bajan los tipos, los precios podrían desbocarse de nuevo, y la Fed no quiere cargar con esa culpa.
En resumen, cada uno mira por sus propios intereses. Trump está pendiente de la factura de la deuda federal; Powell, de la cesta de la compra de los ciudadanos. Uno quiere aliviar la deuda, el otro defiende a ultranza la lucha contra la inflación.
La situación de EE. UU. ahora mismo es como caminar sobre la cuerda floja: quieren intereses bajos, pero temen que la inflación se dispare. Están entre la espada y la pared, no es fácil de gestionar.