Últimamente ha surgido una señal interesante en la cadena: el indicador de actividad de Bitcoin está empezando a repuntar.

Cuando el precio se mueve de forma lateral y volátil, mucha gente se pone nerviosa observando las velas. Pero los que entienden el mercado saben que hay algo más honesto que el precio: el calor de las transacciones en la cadena. Ahora los datos están ahí: las monedas no están quietas, todo lo que debe moverse se está moviendo, y los que deben cambiar de manos, lo están haciendo. ¿Qué significa esto? Que hay capital trabajando en silencio.

Te pongo un ejemplo: en un concierto, durante el descanso, el cantante baja del escenario a beber agua, pero el público sigue entrando al recinto; eso significa que el evento difícilmente se dispersará. Ahora mismo, BTC está en ese estado: en la superficie todo parece tranquilo, pero por debajo la popularidad no decae.

La historia lo ha demostrado: cuando la actividad repunta, normalmente no es porque el ciclo esté a punto de terminar, sino porque la mayoría todavía no se ha ido. Los minoristas suelen asustarse por las fluctuaciones a corto plazo, pero los datos en cadena no mienten.

Dos palabras sobre la operativa real:
Si ya estás dentro, no dejes que las sacudidas te expulsen y mantén tus posiciones; si aún estás esperando, puedes considerar entrar poco a poco, no te lances de golpe. El mercado se mueve por las expectativas: cuando todos dudan, puede que los datos ya te estén dando la respuesta.

Mira menos las emociones y más los datos. Observar lo que ocurre en la cadena es mucho más fiable que adivinar si subirá o bajará.