Pi Network funciona sobre el Protocolo de Consenso Stellar (SCP), una arquitectura mucho más eficiente energéticamente y escalable que las blockchains de alto consumo como Bitcoin. Las transacciones de Bitcoin consumen enormes cantidades de electricidad, mientras que SCP cambia completamente esta situación.

Lo que comenzó como otro experimento de minería móvil, hoy se ha transformado en un proyecto mucho más complejo. Su base tecnológica le otorga ventajas frente a las cadenas tradicionales de prueba de trabajo, especialmente en lo que respecta al coste medioambiental de garantizar la seguridad de la red. SCP no necesita granjas de minería que devoren la red eléctrica. Ha sido diferente desde el primer día.