¿El último movimiento de Trump? Intentar que los chips avanzados de IA sigan fluyendo hacia China mientras mantiene el control. La Casa Blanca cree que el acceso controlado podría evitar que Pekín acelere a fondo el desarrollo de alternativas nacionales.

Pero aquí está la clave: este acto de equilibrio podría salir espectacularmente mal. Cuando pones tecnología punta de semiconductores delante de una nación que ya está invirtiendo miles de millones en la autosuficiencia, básicamente estás poniendo un temporizador a tu propia influencia.

Los sectores cripto y de IA deberían seguir esto muy de cerca. Estos chips alimentan todo, desde operaciones de minería hasta modelos de aprendizaje automático que impulsan algoritmos de trading. Si las cadenas de suministro se fracturan más rápido de lo esperado, podríamos ver cambios drásticos en cómo se asignan los recursos computacionales en toda la industria.

Algunos analistas creen que la estrategia gana tiempo. Otros sostienen que solo retrasa el desacoplamiento inevitable. En cualquier caso, el mundo tecnológico está a punto de descubrir si realmente se puede tener todo en el tablero geopolítico.