Para 2030, hasta 16 billones de dólares en activos del mundo real podrían trasladarse a la cadena—esta cifra suena una locura, pero ya está ocurriendo.

Basta con mirar los movimientos de AVAX y HBAR en los campos de RWA y DeFi para ver que esta migración ya está acelerándose. Pero hay una pregunta: ¿es suficiente con una ejecución rápida? Claramente, no lo es.

Lo que hace IOTA es llenar ese vacío. No es simplemente un competidor de TPS, sino que apunta a las necesidades reales de llevar datos económicos reales a la cadena:

• Protocolo TWIN—especializado en gestionar flujos de trabajo comerciales digitales
• Sistema de identidad digital compatible con el estándar GLEIF
• L1 construido sobre el lenguaje Move, diseñado desde cero para entornos regulatorios transfronterizos

Cuando el capital realmente comience a fluir hacia el ecosistema RWA, las redes capaces de soportar datos de la economía real se volverán imprescindibles. Esto no es una moda, es fortaleza a nivel de infraestructura.

Más importante aún, IOTA ya ha ejecutado proyectos piloto en varias regiones de África, Reino Unido y Europa. No es un PPT, son aplicaciones tokenizadas reales y en funcionamiento.

Los activos del mundo real están siendo tokenizados de una forma realmente tangible.