Últimamente he visto varios avisos de riesgo emitidos conjuntamente por varios departamentos, y mucha gente ha empezado a ponerse nerviosa. Pero si lo miramos con calma, el objetivo de esta acción está bastante claro.

¿A qué apunta la regulación? A los proyectos de shitcoins, stablecoins grises, emisión ilegal de activos RWA, y a esos esquemas de pirámide y canales de blanqueo de capitales disfrazados de blockchain. En resumen, están atacando cosas que ya de por sí no eran legales.

Si repasamos la historia, se entiende mejor. Ocurrió en 2013, en la oleada de las ICOs de 2017, en la campaña contra la minería en 2021, y ahora. Cada vez que la regulación actúa es en el mismo momento: cuando el mercado se sobrecalienta y proliferan los estafadores.

Los inversores particulares solo tienen que recordar tres "no": no tocar proyectos fraudulentos, no comprar shitcoins sin utilidad real, y no participar en esquemas piramidales de captación de personas.

¿Quiénes deberían estar realmente preocupados? Los equipos que emiten tokens basura, como el caso de Pi coin citado en el comunicado, y las bandas que organizan minería en formato piramidal. Ellos son el objetivo principal de esta campaña.

En realidad, limpiar el mercado es algo positivo, porque los proyectos que sobrevivan serán de mayor calidad.