Después de dejar el puesto de CEO de una de las principales exchanges, este gran referente del mundo cripto no solo no se ha calmado, sino que ha empezado a jugar aún más fuerte.

¿Quién lo habría imaginado? Quien en su día estuvo al timón de un gigante de la industria, en lugar de retirarse a disfrutar de la vida tras dejar el cargo, pisó el acelerador para adentrarse aún más en el corazón del sector. Desde impulsar la contraofensiva del ecosistema on-chain en el mercado estadounidense, hasta dirigir un proyecto educativo gratuito sobre criptomonedas que abarca a 80.000 niños, estas jugadas son incluso más impactantes que cuando era CEO.

Su "soltar las riendas" en realidad ha sido una delegación de poder muy precisa. Apoyó firmemente a He Yi y Richard Teng para formar un nuevo equipo y mantener la base, mientras él se apartaba por completo de los asuntos cotidianos para volcarse en tres frentes aún más exigentes.

El primero es invertir recursos en el “Plan Llamarada” para desarrollar el ecosistema on-chain. No solo quiere llevar el negocio de vuelta a Estados Unidos, sino que además ha prometido ayudar al país a recuperar el título de “capital cripto”, conectando fondos y desarrolladores de todo el mundo a través del ecosistema. Es una jugada audaz: convertir la presión regulatoria en una ventaja de mercado mediante la tecnología y la comunidad.

En segundo lugar, se ha posicionado en primera línea de la regulación. En vez de evitar el tema como antes, ahora mantiene un contacto frecuente con organismos de distintos países, decidido a ayudar a la industria a superar el reto del “marco regulatorio”. Según él, mejor participar activamente en la elaboración de las reglas que quedarse a la defensiva.

Lo más sorprendente es su empeño en la educación. Su Giggle Academy ya ha ofrecido cursos gratuitos a 80.000 niños, está ampliando versiones en varios idiomas e incluso planea abrir herramientas para que los usuarios creen su propio contenido. Cree que esto tiene mucho más valor a largo plazo que la filantropía tradicional: formar a la próxima generación de usuarios y constructores es la verdadera muralla del ecosistema.

Cuando habla del futuro cripto, su visión es muy concreta: conseguir que el pago con criptomonedas sea tan fluido como enviar un mensaje, y lograr una transición perfecta entre dinero fiat y monedas digitales. Pero para ello hay que superar tres obstáculos: la unificación regulatoria, la integración de las finanzas tradicionales y el perfeccionamiento de los estándares complementarios. También lanzó un consejo sincero a los emprendedores: no persigáis modas pasajeras; solo los productos sólidos y el enfoque a largo plazo permiten sobrevivir a los ciclos del mercado.

Ante el ruido mediático, él tiene su propio filtro: solo acepta sugerencias constructivas y utiliza el feedback positivo de los usuarios como combustible. ¿Y las críticas sin fundamento? Directamente las bloquea.

De CEO a evangelizador del sector, esta transformación ha roto los esquemas de muchos. ¿Crees que esta nueva estrategia suya puede aportar un cambio real al mundo cripto?