En solo tres días, el capital pasó de 8.400 U a 280.000 U—en el momento en que el mercado explotó, me quedé mirando la pantalla del móvil varios segundos, pensando que los números se habían mostrado mal.
Después de esta operación, por fin entendí lo que significa “cuando llega el momento, nada puede detenerlo”. En el instante en que las cifras de la cuenta saltaron, sentí que hasta el corazón se me salía del pecho.
**Día 1: Una orden al azar, un inicio inesperado**
Esa mañana estaba vigilando el gráfico, vi que la baja volatilidad y el rango estrecho mostraban señales de caída, así que puse una orden corta cerca de 0,0853. Sinceramente, solo quería sacar un 5% y salir, no lo pensé demasiado.
Pero el capital, como una riada contenida durante mucho tiempo, atravesó el soporte del mercado de golpe. El precio se desplomó hasta 0,052 y las notificaciones del móvil no paraban de sonar. Al abrir la cuenta, había 48.000 U de beneficios flotantes, más despierto que si me tomara tres vasos de agua helada.
**Día 2: Leyendo la jugada de los grandes**
El segundo día, la tendencia era muy clara: los grandes estaban preparando un gran movimiento.
Entré con una posición pequeña en largo en 2.800, y no esperaba que la vela se disparara como si le hubieran puesto una inyección de energía, cada una más fuerte que la anterior. Cuando llegó a 2.950, tomé beneficios sin dudar: 70.000 U al bolsillo.
En ese momento me di cuenta de algo: cuando los grandes te dan la oportunidad, dudar es lo mismo que regalar el dinero. Solo el que se atreve a actuar puede aprovecharla.
**Día 3: La operativa más emocionante, todo al corto**
Lo que realmente me aceleró el corazón fue el tercer día. Cuando arc subió a 0,05, la señal de divergencia bajista era evidente, la volatilidad se volvía extraña, con esa sensación opresiva de calma antes de la tormenta.
Entré a mercado con todo en cortos. Pasé la noche entera pegado al gráfico, con las manos sudando, temiendo que la volatilidad se desinflara y que todo fuera para nada. Pero esta mañana, una vela bajista enorme llevó el precio directamente a 0,034—la cuenta saltó instantáneamente a 180.000 U de beneficio, ¡el total subió a 280.000 U!
Estuve a punto de golpear la mesa de la emoción, los números que aparecían en el móvil me hacían brillar los ojos.
Ahora el mercado aún está gestando nuevos movimientos; cuanto más miro las velas, más creo que se avecina una explosión todavía mayor. Las oportunidades siempre son para los que se atreven a actuar. Si atrapas la próxima ola, el que verá su cuenta multiplicarse en tres días serás tú.
Esta página puede contener contenido de terceros, que se proporciona únicamente con fines informativos (sin garantías ni declaraciones) y no debe considerarse como un respaldo por parte de Gate a las opiniones expresadas ni como asesoramiento financiero o profesional. Consulte el Descargo de responsabilidad para obtener más detalles.
15 me gusta
Recompensa
15
5
Republicar
Compartir
Comentar
0/400
LiquidationWatcher
· hace22h
Ngl esto huele a sesgo de supervivencia... ¿dónde está la parte de las liquidaciones lol?
Ver originalesResponder0
ForkLibertarian
· 12-11 01:24
Espera, ¿de 8400 a 280,000? ¿Qué nivel de apalancamiento sería ese... La verdad da un poco de miedo.
Ver originalesResponder0
MoonRocketman
· 12-09 18:58
Según el coeficiente de ángulo de ruptura del canal de las Bandas de Bollinger, esta ventana de lanzamiento realmente tiene una ruptura de trayectoria un poco exagerada, el RSI ha acumulado impulso hasta el límite superior de la órbita baja.
Sin embargo, debo decir que ponerse en corto con todo el capital aún está un poco lejos de la velocidad de escape, ¿cómo calculas el coeficiente de riesgo?
Ver originalesResponder0
BakedCatFanboy
· 12-09 18:55
Otra vez con estas historias de "me forré en tres días", cada vez que me lo creo acabo perdiendo...
Ver originalesResponder0
MondayYoloFridayCry
· 12-09 18:47
Madre mía, estos números, ¿será que me estoy quedando ciego o qué?
En solo tres días, el capital pasó de 8.400 U a 280.000 U—en el momento en que el mercado explotó, me quedé mirando la pantalla del móvil varios segundos, pensando que los números se habían mostrado mal.
Después de esta operación, por fin entendí lo que significa “cuando llega el momento, nada puede detenerlo”. En el instante en que las cifras de la cuenta saltaron, sentí que hasta el corazón se me salía del pecho.
**Día 1: Una orden al azar, un inicio inesperado**
Esa mañana estaba vigilando el gráfico, vi que la baja volatilidad y el rango estrecho mostraban señales de caída, así que puse una orden corta cerca de 0,0853. Sinceramente, solo quería sacar un 5% y salir, no lo pensé demasiado.
Pero el capital, como una riada contenida durante mucho tiempo, atravesó el soporte del mercado de golpe. El precio se desplomó hasta 0,052 y las notificaciones del móvil no paraban de sonar. Al abrir la cuenta, había 48.000 U de beneficios flotantes, más despierto que si me tomara tres vasos de agua helada.
**Día 2: Leyendo la jugada de los grandes**
El segundo día, la tendencia era muy clara: los grandes estaban preparando un gran movimiento.
Entré con una posición pequeña en largo en 2.800, y no esperaba que la vela se disparara como si le hubieran puesto una inyección de energía, cada una más fuerte que la anterior. Cuando llegó a 2.950, tomé beneficios sin dudar: 70.000 U al bolsillo.
En ese momento me di cuenta de algo: cuando los grandes te dan la oportunidad, dudar es lo mismo que regalar el dinero. Solo el que se atreve a actuar puede aprovecharla.
**Día 3: La operativa más emocionante, todo al corto**
Lo que realmente me aceleró el corazón fue el tercer día. Cuando arc subió a 0,05, la señal de divergencia bajista era evidente, la volatilidad se volvía extraña, con esa sensación opresiva de calma antes de la tormenta.
Entré a mercado con todo en cortos. Pasé la noche entera pegado al gráfico, con las manos sudando, temiendo que la volatilidad se desinflara y que todo fuera para nada. Pero esta mañana, una vela bajista enorme llevó el precio directamente a 0,034—la cuenta saltó instantáneamente a 180.000 U de beneficio, ¡el total subió a 280.000 U!
Estuve a punto de golpear la mesa de la emoción, los números que aparecían en el móvil me hacían brillar los ojos.
Ahora el mercado aún está gestando nuevos movimientos; cuanto más miro las velas, más creo que se avecina una explosión todavía mayor. Las oportunidades siempre son para los que se atreven a actuar. Si atrapas la próxima ola, el que verá su cuenta multiplicarse en tres días serás tú.