BTC ha superado hoy los 86.000, al principio pensé que era otra sacudida habitual del mercado. Hasta que vi ese número del 76%, me pasé horas analizando los datos y la lógica detrás pone los pelos de punta: esto podría no ser una simple corrección, sino el inicio de una reversión de flujos de capital a escala de 14 billones de dólares.

Todo el mercado está pendiente del 18-19 de diciembre. Los operadores valoran en un 76% la posibilidad de que el Banco de Japón suba los tipos en diciembre, y en enero esa probabilidad sube al 90%. El gobernador del Banco de Japón lleva tiempo insinuándolo, y el rendimiento de los bonos a dos años ya está en su punto más alto desde 2008. La inflación ha acorralado a Japón, y esta vez parece que van en serio.

La pregunta es: ¿por qué una subida de tipos en Japón puede causar tal revuelo? La clave está en la bomba de relojería del carry trade. Durante décadas, los tipos en Japón han estado por los suelos y el capital global, como tiburones oliendo sangre, ha pedido prestado yenes, los ha cambiado por dólares y se ha lanzado a los mercados estadounidenses y de cripto para hacer arbitraje. ¿El tamaño de este juego? Entre 14 y 20 billones de dólares. Ese dinero es como un gigantesco colchón de aire que mantiene los precios de los activos inflados, y el BTC está, por supuesto, entre ellos.

Pero si la subida de tipos se confirma, las reglas del juego cambian al instante. El yen se aprecia, los que pidieron prestado deben cerrar posiciones y devolver la deuda rápidamente, vendiendo acciones estadounidenses, BTC y cualquier cosa que puedan cambiar por yenes. Los 14 billones de dólares empezarían a regresar y la liquidez mundial se secaría de golpe. ¿Qué pasará entonces con los precios de los activos?

Por ahora, el mercado sigue observando, pero ese 76% de probabilidad es como una espada de Damocles. Si el Banco de Japón pulsa el botón, la volatilidad que se avecina difícilmente se podrá describir solo como una "corrección".