Recientemente han surgido noticias de que el gobierno de Estados Unidos está tramando en secreto una jugada maestra: ha invertido más de 1.000 millones de dólares en la adquisición de participaciones en varias empresas mineras.

Esta vez no se trata de minas cualquiera, sino de recursos "estratégicos" como el galio y el cobalto. El iPhone que tienes en la mano, los imanes de alto rendimiento en los equipos industriales, e incluso los sistemas militares y la tecnología de energías renovables, dependen de estos materiales. El problema es que la cadena de suministro de estos minerales ha estado durante mucho tiempo firmemente controlada por ciertos países.

Empresas como MP Materials Corp, Vulcan Elements y Trilogy Metals se han convertido en objetivos clave de apoyo. En pocas palabras, se está utilizando dinero real para reconstruir la red de seguridad de la cadena de suministro.

¿Y para el mercado cripto? La escalada en la guerra de los recursos podría aumentar la aversión al riesgo y también afectar el coste del hardware de minería. La batalla por los minerales refleja una lógica geopolítica más profunda.