Últimamente he estado viendo varias salas de trading en directo y me he dado cuenta de que todos usan exactamente las mismas tácticas.

Empiezan con una apertura ambigua: «Si ETH aguanta los 3250, esperamos una corrección; ¿pero si los pierde? Entonces apostamos al alza.» Analízalo bien, piénsalo despacio, ¿en qué se diferencia esto de no decir nada?

Después repasan su «operación precisa» de anoche: «En 3080 os dije que fuerais en largo, ¿verdad? Aunque bajó a 306X, ¡eso fue una falsa ruptura! Los que saben, lo entienden. En torno a 3180 cerrad la mitad para asegurar beneficios, y el resto a ver si llega a 3250. Si llega, cerrad todo; si no, mantenedlo.»

Vale, ya han contado la historia principal. Pero el directo no puede quedarse sin ambiente, ¿no?

Así que pasan al gráfico de 5 minutos, dibujan una línea en cada banda de Bollinger (superior, media e inferior), y colocan tres órdenes en esos puntos. Luego miran el gráfico de 15 minutos y sacan otras dos operaciones con el cruce dorado y el cruce de la muerte. Juntando todo, así se pasa el día; al menos abren cinco o seis operaciones, ¿no? Y cada una con su comisión, que no es poca cosa.

Para terminar, abren el micro y sueltan: «¡Hacedme caso, jaja!»

Ahora lo entiendo, este sí que es el verdadero «modelo de rentabilidad estable».