Antes, cuando en el mundo cripto se mencionaba la regulación, todos se echaban las manos a la cabeza: era como ese invitado incómodo en una fiesta, al que evitas a toda costa y del que te alejas tras un saludo cortés. ¿Y Kite? Ha cambiado completamente las reglas del juego. No esconde el cumplimiento normativo en un rincón, sino que ha montado una fiesta transparente en torno a las normas, donde todo el mundo puede ver claramente cómo se establecen las reglas.
¿El resultado? En la cadena que han creado, los robots automatizados ya no son solo “tecnología molona”. Ahora pueden ser auditados y hacerse responsables, y entidades como bancos y aseguradoras —que normalmente están fuertemente reguladas— pueden utilizarlos con tranquilidad. Por fin, alguien ha conseguido que “gobernanza autónoma” y “cumplimiento normativo”, tradicionalmente opuestos, se den la mano y convivan en armonía.
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MEVSandwich
· hace12h
La conformidad es el buen negocio
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LiquidationOracle
· hace12h
La conformidad es la ventaja competitiva más fuerte
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DuskSurfer
· 12-11 15:02
El salvador de los trabajadores obsesivos
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ApeDegen
· 12-09 14:22
Esta jugada ha sido muy inteligente.
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MEVSupportGroup
· 12-09 14:22
A primera vista no está mal.
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DeFiAlchemist
· 12-09 14:15
El cumplimiento genera alfa
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NightAirdropper
· 12-09 14:11
Solo siendo conformes con la normativa se puede llegar lejos
Antes, cuando en el mundo cripto se mencionaba la regulación, todos se echaban las manos a la cabeza: era como ese invitado incómodo en una fiesta, al que evitas a toda costa y del que te alejas tras un saludo cortés. ¿Y Kite? Ha cambiado completamente las reglas del juego. No esconde el cumplimiento normativo en un rincón, sino que ha montado una fiesta transparente en torno a las normas, donde todo el mundo puede ver claramente cómo se establecen las reglas.
¿El resultado? En la cadena que han creado, los robots automatizados ya no son solo “tecnología molona”. Ahora pueden ser auditados y hacerse responsables, y entidades como bancos y aseguradoras —que normalmente están fuertemente reguladas— pueden utilizarlos con tranquilidad. Por fin, alguien ha conseguido que “gobernanza autónoma” y “cumplimiento normativo”, tradicionalmente opuestos, se den la mano y convivan en armonía.