Los datos de empleo de Estados Unidos volvieron a decepcionar.

La noche del 3 de diciembre, ADP (Automatic Data Processing) publicó su último informe: en noviembre, el empleo en el sector privado no solo no creció, sino que se redujo en 32.000 puestos de trabajo. Esta cifra dejó al mercado boquiabierto: los economistas habían pronosticado un aumento de 10.000 empleos.

Más curioso aún, los datos de octubre fueron revisados discretamente al alza. Inicialmente se informó un incremento de 42.000 empleos, pero ahora se ha corregido a 47.000. ¿Esos 5.000 empleos extra suenan bien? Pero en el contexto de la brusca caída de noviembre, esta revisión apenas importa.

Tras la publicación de los datos, la reacción del mercado fue bastante sutil. El oro al contado subió levemente, empezando a aflorar cierta aversión al riesgo; en cambio, en la preapertura de Wall Street no hubo grandes movimientos, como si los inversores aún estuvieran a la expectativa. En el mercado de criptomonedas, BTC y ETH continuaron su rebote, y parece que, de momento, no se han visto afectados por los datos de empleo.

Sin embargo, el hecho de que el empleo en el sector privado haya mostrado debilidad durante dos meses consecutivos no es una buena señal. Si el mercado laboral realmente se enfría, toda la economía se verá afectada. Para el mercado cripto, este tipo de deterioro macroeconómico puede tanto alimentar expectativas de recortes de tipos por parte de la Fed (algo positivo para los activos de riesgo), como provocar temores a una recesión económica (lo que lastraría el sentimiento del mercado); por tanto, la evolución de los próximos días merece ser observada de cerca.