Lo más importante cuando un niño está enfermo es no tratarle como a un paciente,

lo más importante en la inversión es no creerse un héroe.

1️⃣ Cuida tu salud: ¡Déjate llevar!

Últimamente la gripe A está muy extendida, cuidaos todos.
Hoy nuestros dos peques también han caído.
Fuimos al hospital y lo confirmaron enseguida.

Antes, cuando los niños se enfermaban, me ponía nervioso,
pero en estos años he notado que mi actitud ha cambiado mucho.
Ahora lo acepto totalmente.

Porque, ya que no se puede controlar,
ya que hay que pasar por un resfriado de vez en cuando,
mejor “disfrutar” del proceso.

¿No me pongo ansioso? ¡Pues no!
Porque sé que la ansiedad no soluciona nada.
Si resfriarse es parte de la vida,
acéptalo y sigue adelante.

Cuando hay fiebre, descanso tranquilo.
Cuando se pasa, volvemos a la vida normal:
hacer deberes, manualidades, jugar a Zelda,
y de paso, disfrutar de un tiempo exclusivo en familia.

La ansiedad no soluciona nada,
solo te pone de mal humor.
Y pone más nerviosos a los niños,
como si el resfriado fuera culpa suya.

No trates a los niños como enfermos.
Si tú te relajas, ellos también.

2️⃣ Haz buenas inversiones: ¡Déjate llevar!

Hoy me he vuelto a topar con la famosa frase de Charlie Munger:

I wish I knew where I was going to die, and then I’d never go there.
Si supiera dónde voy a morir,
nunca iría allí.

Con el mercado es igual:
cuando está mal,
no hay que apresurarse, ni forzar,
ni meterse en terrenos que no dominas.

Haz solo lo que entiendas,
nunca toques lo que está fuera de tu círculo de competencia.

Si el mercado no está bien ahora,
¿no es acaso el mejor momento para “reposar”?

Conócete, mantén el ritmo, espera con paciencia,
cuando llegue el momento, estarás en el lugar correcto.

En resumen:
Deja que la vida siga su curso, invierte siguiendo la tendencia.
¡Que tengas salud, paciencia y buena suerte siempre!